El voto de los turcos

El conservador Edmund Stobier (de la Unión Social Cristiana, CSU) alzó la voz en contra de la adhesión de Turquía a la UE el día en que Alemania aprobó el tratado constitucional europeo. Jürgen Rüttgers, candidato cristianodemócrata (CDU) en las elecciones del Estado de Renania del Norte-Westfalia, se explaya acerca de la superioridad del catolicismo frente a otras religiones. Son malas credenciales para lograr el voto musulmán en un land con 800.000 turcos.

Aunque el 70% de ellos votarán socialdemócrata (SPD) y a Los Verdes, según las encuestas, la CDU no parece dispuesta a dejar escapar ni un solo voto y peina el barrio turco de Colonia para evitar que los inmigrantes con doble nacionalidad, y por lo tanto, sin derecho teórico a voto, apoyen a los socialdemócratas.

Tras la entrada en vigor de la Ley de Inmigración, en enero de 2000, los inmigrantes que optaron por la nacionalidad alemana debían deshacerse de la turca. El SPD calcula que miles de turcos acudieron a su embajada para obtener el nuevo pasaporte turco, tras haber adquirido el alemán, por lo que, según la ley, no tendrían derecho al voto.

En los colegios electorales "no hay medios para controlar quién tiene doble nacionalidad y quién no", admite Thomas Kufen, responsable de inmigración de la CDU en este land. "Esperamos a que Ankara nos facilite el listado de las personas que adquirieron la nacionalidad turca teniendo la alemana", añade. Kufen defiende un modelo de integración obligatorio y despotrica del laisser faire del multiculturalismo socialdemócrata.

Ante el caos administrativo, la CDU ha decido tomarse la justicia por su mano y Kurtulus se encarga de ello. Es turco y, como miembro de ese partido, su misión consiste en explicar la ley a los miembros de su comunidad con doble nacionalidad. ¿No es imposible convencerles de que no voten al SPD, cuando el partido rival rechaza el ingreso de su país en la UE? "No; Stoiber lo dice porque está en la oposición. Cuando la CDU gobierne cambiará de opinión", dice.