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Reportaje:

Acercamiento entre fogones

Menores marroquíes tutelados por la Junta enseñan su gastronomía a estudiantes de restauración en Jaén

Hace dos años Hamid llegó a Canarias desde Marruecos oculto en la bodega de un barco cuando tan sólo contaba con 14 años. El joven marroquí cuenta, sin querer profundizar en detalles, que "sobrevivió" con la ayuda de unos amigos. Como muchos otros inmigrantes que entran en el país de forma irregular, buscaba un futuro mejor en España. Pero ni en Canarias ni en Almería, donde buscó trabajo durante seis meses, consiguió establecerse. Ahora vive en el centro de acogida para menores Ángel Ganivet que la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social tiene en Granada.

Otro marroquí, Younes, de 16 años y natural de Fez, le acompaña. Se vio obligado a abandonar a su familia y los estudios para engancharse a los bajos de un autobús y llegar a un país "donde hay mucho trabajo". Ahora este centro autonómico les ha ofrecido la oportunidad de participar en cursos de formación ofrecidos por el Servicio Andaluz de Empleo en la rama de restauración y repostería. "Yo sólo quiero encontrar un trabajo para poder ganar dinero y vivir mejor que en Marruecos", añade Hamid.

Hamid y Younes contaron recetas y también su arriesgado viaje a España

Estos dos jóvenes, junto a otra veintena de compañeros marroquíes, también menores tutelados por la Junta, participaron ayer en una jornada gastronómica donde enseñaron la elaboración de platos típicos de su país a los alumnos de la Escuela de Hostelería del IES El Valle de Jaén. La iniciativa forma parte de un proyecto de la ONG Trabajadores Sociales Sin Fronteras de Granada que persigue la inserción de los inmigrantes en la sociedad. "Con actividades como ésta luchamos contra las imágenes estereotipadas que relacionan a los jóvenes inmigrantes con la delincuencia o la droga", señala Arantxa Gallego, trabajadora social y responsable del proyecto.

Durante toda la mañana los grupos de estudiantes marroquíes y jiennenses trabajaron codo con codo en los fogones del IES El Valle para elaborar, con la ayuda del profesor y restaurador Juan Matías del Moral, un menú típico marroquí y otro de la cocina española. Después almorzaron juntos y debatieron la experiencia. "La actividad es muy positiva, tanto para unos como para otros, porque permite un acercamiento intercultural que raramente se da, sobre todo, cuando hablamos de jóvenes", añade Gallego.

Juan Aceituno reconoce que es la primera vez que ha tratado con otro joven marroquí. Juan estudia en el instituto jiennense y se muestra muy satisfecho con la experiencia. Junto a varios compañeros marroquíes ha preparado platos como la pastela de pichón, el tajine de cordero y ciruelas o el clásico humus. Después de destacar los buenos cocineros que son, Juan señala cómo ha conocido de primera mano el testimonio de chavales que "se juegan la vida" atravesando el Estrecho en pateras. "Es algo impresionante", apostilla.

Pilar Pérez y Matilde Rubio son monitoras del centro granadino que ayer no quisieron perderse el encuentro. "Son chicos normales y corrientes con muchas ganas de aprender y trabajar. Algunos ya han trabajado algún fin de semana en el sector de la restauración", cuenta Pilar.

Sin embargo, el hecho de que sean menores y que no tengan su situación regularizada viene a frenar el futuro laboral por el que la mayoría decidió dejar su país y su familia. "Tenemos compromisos de contratación con algunos empresarios, pero si estos chicos no consiguen regularizar su situación con un permiso de residencia antes de cumplir su mayoría de edad se les tendría que aplicar la Ley de Extranjería y podrían ser expulsados", lamentan ambas con preocupación.

Enrique Bachs, director del centro Ángel Ganivet, sostiene que es fundamental darles una formación a los menores inmigrantes. "La mayoría llegaban ocultos en los bajos de autobuses y camiones, pero ahora lo hacen sobre todo en pateras. Por norma general no tienen estudios y al ser menores la Junta debe hacerse responsables de ellos", explica Bachs, consciente de que sin papeles y sin trabajo será muy difícil de que Hamid y Younes tengan una oportunidad en España.

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