México vive como un éxito el triunfo de un hispano en la alcaldía de Los Ángeles
La conquista de la alcaldía de Los Ángeles por un descendiente de mexicanos coincide con un mal momento de las relaciones entre México y EE UU, sobre todo por el interminable problema migratorio. Algunos medios presentan la conquista de la alcaldía de Los Ángeles por un descendiente de mexicanos como un hecho histórico y una de las grandes noticias políticas del año para México.
El ministro de Exteriores mexicano, Luis Ernesto Derbez, felicitó en nombre de su Gobierno a Antonio Villaraigosa, primer alcalde latino de Los Ángeles desde 1872. Sin embargo, no faltan quienes recuerdan que la numerosa comunidad hispana en Estados Unidos -la primera minoría del país- está profundamente dividida entre quienes han asimilado el american way of life, y los inmigrantes ilegales que siguen cruzando la frontera. Villaraigosa, hijo de mexicanos, representa el triunfo de la asimilación por encima de la conservación de las raíces culturales.
Mientras miles de ciudadanos de las comunidades latina y negra de Los Ángeles celebraban el resultado de las elecciones, en Ciudad de México, el presidente Vicente Fox recibía al reverendo estadounidense Jessie Jackson, ex candidato a la presidencia de su país y líder de la comunidad negra.
Error de Fox
El motivo de la reunión fue limar las asperezas que provocaron unas desafortunadas declaraciones de Fox, la semana pasada. En ellas criticó las últimas medidas aprobadas por el Congreso estadounidense, como la ampliación del muro metálico en la frontera y la prohibición de obtener el permiso de conducir a los inmigrantes indocumentados. Fox dijo que los mexicanos que emigran a Estados Unidos sin papeles hacen trabajos que "ni siquiera los negros quieren". Como es de suponer, estas palabras sentaron muy mal en el vecino del Norte, especialmente entre los líderes de las comunidades negras.
Resuelto el malentendido en la reunión celebrada en la residencia presidencial de Los Pinos, Jackson abogó por olvidar el incidente y dedicarse a los verdaderos problemas que afectan a los dos países. Citó los 10 millones de mexicanos que residen en Estados Unidos y a las organizaciones privadas de caza-emigrantes que actúan en la frontera con el respaldo del gobernador de California, el actor norteamericano de origen austriaco Arnold Schwarzenegger. "No es una buena cosa", dijo Jackson.
Para el ex candidato demócrata es la hora de una gran coalición de negros y latinos en EE UU para lograr mejores salarios y condiciones de salud y educación. En su opinión, la victoria de Villaraigosa fue posible gracias a que los afroamericanos y los latinos "votaron juntos". El nuevo alcalde se perfila como el contrincante directo del gobernador de California y como una figura clave para contrarrestar la ola antiinmigrante en el Estado.
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