El Departamento de Educación despide a la mitad de su plantilla, la alternativa a la promesa de Trump de liquidar la agencia
El anuncio del despido de 1.315 trabajadores de la agencia federal se une a los más de 600 que aceptaron la oferta de irse o fueron destituidos en las últimas semanas


Una de las agencias federales más pequeñas se reduce todavía más a casi la mitad, presa de la motosierra trumpista. El Departamento de Educación ha anunciado este martes el despido de 1.315 trabajadores, que se suman a los más de 600 que ya habían aceptado una de las ofertas para irse con ciertos beneficios especiales o que fueron destituidos en las últimas semanas. El recorte de casi el 50% de la plantilla de la agencia encargada de gestionar los préstamos federales universitarios, de seguir el rendimiento de los estudiantes o de velar por el cumplimiento de las leyes de derechos civiles en la escuela, se produce en el marco de los recortes más amplios dirigidos desde la Casa Blanca, pero también del deseo y promesa, dudosamente constitucional, del presidente Donald Trump de liquidar la agencia.
Linda McMahon, ejecutiva de la lucha libre profesional convertida en Secretaria de Educación, ha justificado los despidos en el nombre de la eficiencia. “La reducción de personal de hoy refleja el compromiso del Departamento de Educación con la eficiencia, la responsabilidad y la garantía de que los recursos se destinan a donde más importan: a los estudiantes, los padres y los profesores”, ha dicho en el comunicado del anuncio McMahon, que fue confirmada en su cargo por el Senado el pasado 3 de marzo.
De los 4.133 trabajadores del departamento, después de hoy quedarán unos 2.183, de acuerdo a los datos de la agencia. Los despedidos este martes serán puestos de baja administrativa a partir del próximo viernes 21 de marzo y recibirán paga completa hasta el 9 de junio, además de una indemnización de acuerdo a los años trabajados. El departamento también está rescindiendo los contratos de arrendamiento de edificios en ciudades como Nueva York, Boston, Chicago y Cleveland.
El departamento envió un correo electrónico a los empleados este martes comunicándoles que la sede de la agencia en Washington y sus oficinas regionales permanecerían cerradas el miércoles, con acceso prohibido, y reabrirían el jueves. La razón dada para los cierres fue “razones de seguridad” no especificadas. Pero el correo recordó a los recibidos por otras agencias que han sufrido despidos masivos en los meses de la segunda presidencia de Donald Trump, lo cual encendió las alarmas de los trabajadores, cuyos temores fueron confirmados, también por correo electrónico, después de su jornada laboral regular.
Pero Trump ha expresado su deseo de abolir la agencia desde su primer mandato. En campaña, dijo que eliminaría “a los radicales, fanáticos y marxistas que se han infiltrado en el Departamento de Educación federal”, y conseguiría que el Congreso reafirmara la capacidad del presidente para destituir a los empleados “incómodos”. Y en las últimas semanas los rumores de que firmaría un decreto ordenando el cierre de la agencia no han cesado.
Sin embargo, en su audiencia de confirmación, McMahon reconoció que solo el Congreso tiene potestad para abolir una agencia federal, aunque agregó que podría ser necesario recortarla y reorganizarla. El día que fue confirmada en su nuevo puesto en el gabinete, mandó un comunicado a los trabajadores donde aseguró que la “última misión” del departamento era eliminar la “hinchazón” burocrática y entregar la autoridad de la agencia a los Estados.
Este martes, en Fox News, McMahon dijo más claramente que quería eliminar excesos para poder enviar más dinero a las autoridades educativas locales. “Muchos de los programas son realmente excelentes, así que tenemos que asegurarnos de que el dinero va a los Estados”, dijo. Por ahora, los funcionarios han asegurado que el departamento seguiría desempeñando sus funciones clave, como la distribución de ayudas federales a las escuelas o la gestión de los préstamos estudiantiles.
Aún es pronto para saber cómo o si los recortes repercutirán directamente en los estudiantes estadounidenses, como temen los demócratas y activistas por la educación. Ya existe la preocupación de que la agenda de la administración haya dejado de lado algunas de las tareas más fundamentales de la agencia, como el cumplimiento de los derechos civiles de los estudiantes con discapacidades o la gestión de 1,6 billones de dólares en préstamos federales para estudiantes, entre otros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
