Bono logra que Rajoy retire su enmienda a la totalidad y vuelva al consenso en defensa

Hace 10 días, la víspera del debate sobre el estado de la nación, Mariano Rajoy ordenó presentar una enmienda a la totalidad de la Ley Orgánica de Defensa Nacional y romper el consenso en materia de defensa, que los dos grandes partidos habían mantenido desde la transición. Ayer, mandó retirar dicha enmienda y cerrar un acuerdo con Bono en un momento en que todos los puentes entre PSOE y PP estaban rotos. Entretanto, dos hechos significativos: el viaje que Bono y Rajoy hicieron juntos a Sevilla y las encuestas que daban por perdedor al líder del PP en el debate sobre el estado de la nación.

El pasado miércoles, en la Capitanía de Sevilla, donde pronunció una conferencia invitado por Bono, Rajoy acusó el efecto de las encuestas desfavorables. "Y esto es lo que me veo en la obligación de denunciar", dijo, en referencia a la política antiterrorista del Gobierno, "aun siendo consciente de que algunas incomprensiones me cuesta". Rajoy regresó esa noche a Madrid en el avión oficial de Bono y, en el trayecto, el ministro apeló a su sentido de Estado para pedirle que retirase su enmienda a la totalidad de la ley.

"¿Qué pasaría si aceptase todas vuestras enmiendas parciales? ¿Aun así mantendríais el rechazo al proyecto?", le espetó Bono a modo de órdago. Rajoy prometió contestar al día siguiente. Ayer por la mañana, el presidente del PP dio instrucciones al portavoz de su grupo, Eduardo Zaplana. El ministro acudió al hotel Palace, próximo al Congreso, donde saludó a Zaplana y se reunió con los diputados del PP Fernando López Amor, Manuel Atencia y Ana Torme.

Antes del mediodía estaba cerrado el acuerdo, pero el PP tardó varias horas en anunciarlo, mientras se mantenían intensas conversaciones con analistas de FAES, la fundación que preside José María Aznar, desde la que se ha realizado una crítica implacable del proyecto de Bono.

Finalmente, López Amor y Manuel Atencia anunciaron que se había llegado a "un acuerdo de caballeros", según el cual "se incorporarán a la ley todas las enmiendas del Grupo Popular. Y las que no se incorporen directamente serán transaccionadas". Los diputados el PP explicaron que se suprimirá el llamado Código de Conducta de las Fuerzas Armadas, una demanda que también habían hecho muchos otros grupos, y que sus principios se incorporarán a la futura ley que actualice las Reales Ordenanzas.

Pero el punto que los populares destacaron fue el referido a las condiciones que deben cumplir las misiones de los militares españoles en el extranjero. Frente a la exigencia de que "estén autorizadas en resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", contenida en el anteproyecto, la redacción pactada sólo exige que "estén amparadas o sean conformes" con las resoluciones de la ONU. López Amor afirmó que este cambio permite a su grupo apoyar la ley "sin revisar para nada sus posiciones históricas"; es decir, su apoyo a la guerra de Irak. Otras fuentes del PP fueron más lejos al recordar que el Gobierno de Aznar siempre consideró que la invasión de Irak estaba amparada en resoluciones de la ONU, aunque no hubiera una autorización expresa.

Guerra ilícita

"Pierdan toda esperanza quienes crean que esta ley va a legitimar una intervención ilícita", replicó Bono, quien no quiso abundar en la polémica, alegando que la ley se refiere al futuro y la guerra de Irak es un tema del pasado.

"Lo más importante y el núcleo medular de la ley", declaró, "es que jamás las tropas españolas saldrán sin autorización del Parlamento, que nunca más será un testigo mudo y sordo, y jamás actuarán en contra de la ONU, sino que lo harán en conformidad con sus resoluciones".

Bono, que no ocultaba su satisfacción, expresó su "agradecimiento muy sincero" a los grupos que no presentaron enmiendas a la totalidad del texto y también al PP, que la retiró in extremis. Y reveló que su ministerio había mantenido más de 15 reuniones con el PP para que se sumase al "bloque de consenso" con todos los demás partidos.

Será difícil, sin embargo, compaginar el pacto con el PP y con los socios del Gobierno. Gaspar Llamazares, líder de IU, recordó que la necesidad de que las operaciones en el exterior sean aprobadas por el Congreso y se apoyen en resoluciones inequívocas de la ONU son los ejes centrales del proyecto. "Toda ambigüedad en estos asuntos es un retroceso. Si se diluyen, nos replantearemos nuestra posición global respecto a la ley", advirtió. Jesús Cuadrado, del PSOE, restó trascendencia a los cambios introducidos por iniciativa del PP.

Zaplana subrayó, por su parte, que el acuerdo sobre defensa es un "hecho puntual" y no responde a un cambio de estrategia del PP respecto al Gobierno.