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Babcock cierra 21 días de huelga y pacta la garantía de empleo para su plantilla

El Gobierno central propone recuperar el plan de revitalización de la Margen Izquierda

La empresa y los trabajadores de Babcocok Borsig España firmaron ayer el acta que pone fin a 21 días de huelga. El pasado 28 de abril, tras el despido del director financiero, los trabajadores pararon la actividad y pidieron la salida del capital del propietario, Austrian Energy, que entró en la empresa en 2004 tras la fallida privatización por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a la alemana Borsig. Aparcada esta cuestión, el acuerdo garantiza el mantenimiento del empleo, la readmisión en su puesto del despedido y la reapertura de todos los centros de trabajo.

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El compromiso que permite reanudar la actividad productiva no implica en ningún caso la renuncia, según expresó el propio comité de empresa, a sus reivindicaciones, y en especial a su queja de que Austrian Energy incumple su plan industrial y no cuenta con un proyecto de futuro. La decisión de prolongar la huelga hasta que Austrian Energy saliera del capital, propuesta presentada por el sindicato ELA, fue desechada por la asamblea de trabajadores anteayer. El comité está controlado por UGT y CC OO. La empresa reiteró ayer su voluntad de apostar por su filial española y recuperar la confianza de los clientes.

De hecho, la empresa, según señaló en un comunicado, aceptó la propuesta de los sindicatos "con el fin de hacer posible la supervivencia de la compañía". El punto más complejo del acuerdo, que se firmó ayer por la tarde en la sede del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), es el de la garantía de empleo, en el que se invoca una resolución de la Dirección General de Trabajo, de 30 de julio de 2004. Ésta establece que no se pueden "producir extinciones de contrato de trabajo que no sean de carácter voluntario". Un portavoz de la empresa no quiso hablar de un plazo de aplicación de esta decisión que, en apariencia, es indefinida.

Los sindicatos se manifestaron ayer frente a las sedes del Gobierno vasco y del PSE-EE en Bilbao y aseguraron que mantendrán sus reivindicacione para garantizar el futuro de la empresa fabricante de bienes de equipo implantada en Trapagaran, en plena Margen Izquierda.

Compromisos empresariales

La firma, que emplea a 425 personas, facturó 56 millones de euros en 2004 y la previsión para este año es llegar a los 80 millones, según la propia compañía. Su presidente, el austriaco Christian Schmidt, que también preside la matriz, Austrain Energy, aseguró a este diario en una entrevista, el pasado día 9, que con el final de la huelga se impulsaría el plan industrial. Añadió que la empresa cuenta con carga de trabajo en las áreas de medioambiente, válvulas y equipamientos industriales y que se transferirá carga al departamento de ingeniería, que se encuentra parado.

El grupo austriaco, que anunció hace un año que este ejercicio llegaría a los números negros, ha retrasado un año más el umbral de los beneficios. Schmidt aseguró también que su compromiso con la empresa española les ha llevado a estudiar instalar un centro de excelencia en Bilbao, para realizar parte de la investigación y desarrollo del conjunto del grupo.

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