El Museo de Bellas Artes de Asturias cumple 25 años con un fondo de 10.000 piezas
En sus salas se exponen obras de El Greco, Zurbarán, Goya y Picasso y de artes industriales
El Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo (Santa Ana, 1-3, www.museobbaa.com), empezó el 19 de mayo de 1980 con 350 obras de la antigua Diputación Provincial y hoy, 25 años después, tiene un fondo catalogado de 10.000 piezas, entre pintura, escultura, dibujo, obra gráfica, fotografía, artes aplicadas e industriales. "Es un museo ejemplar y milagroso", afirma Alfonso E. Pérez Sánchez, ex director del Prado, que ha estudiado y expuesto la colección Masaveu y el Apostolado, de El Greco, estrellas de un centro que tiene sus principales problemas en la falta de espacio y de personal.
"El balance de estos 25 años ha sido muy positivo", declaró ayer Ana Rosa Migoya, consejera de Cultura del Gobierno del Principado de Asturias y presidenta del Patronato del Museo de Bellas Artes de Asturias al concluir una reunión extraordinaria del patronato para tratar las actividades en este aniversario. El museo es un organismo autónomo desde 1988 regido y financiado por la comunidad autónoma del Principado de Asturias (PSOE), con dos tercios, y el Ayuntamiento de Oviedo (PP), con un tercio. El presupuesto anual es de tres millones de euros.
La consejera señala que ya está en marcha un programa de ampliación del museo en otros edificios vecinos, hasta conseguir el doble de los espacios de exposición y llegar a los 7.000 metros cuadrados. En el mes de julio habrá una reunión de arquitectos para aportar soluciones actuales en la reconversión de edificios históricos en centros de arte. También se van a convocar nuevas plazas para cubrir vacantes.
"No hay mayores problemas de entendimiento entre dos instituciones de distinto signo político, y en el caso del museo el patronato decide por unanimidad la ampliación y las nuevas plazas. Creemos que el museo debe tener una mayor flexibilidad en su funcionamiento administrativo", declara Ana Rosa Migoya. El museo cuenta con un director, un responsable del departamento de Educación, una restauradora y un ayudante y una bibliotecaria (no tiene conservador por reciente jubilación) para departamentos de conservación, restauración, educación y administración, biblioteca, sala de exposiciones temporales, jardín visitable y tienda. La arquitectura palaciega se identifica con el museo, con el palacio de Velarde (siglo XVIII; arquitecto, Manuel Reguera), unido a otro edificio de 1940, y la Casa de Oviedo-Portal (siglo XVII; arquitecto, Melchor de Velasco). En los últimos años se han comprado cuatro edificios y está pendiente otro para que la ampliación llegue hasta la plaza de la catedral, con una nueva entrada, según confirma el director, Emilio Marcos Vallaure. El mismo sistema de incorporaciones de edificios en zonas históricas para conseguir espacios se ha aplicado a los museos Picasso de Barcelona y Málaga, cuando se decide no construir un nuevo edificio.
La colección ha crecido desde las 350 obras que aportó la antigua Diputación Provincial hasta las 10.000 piezas, de ellas 1.500 pinturas y 2.000 obras industriales. Es un modelo de museo generalista que, según los expertos, está situado entre los cinco más importantes. Su colección abarca desde una talla de influencia italiana de 1350 a artistas contemporáneos, con especial dedicación al arte asturiano.
Los primeros fondos, según cuenta Gabino Busto, responsable del departamento de Educación y autor del texto de la página web sobre la historia de los edificios y el recorrido de las salas de la colección permanente, no llegaron a formar parte en los años cincuenta de un museo vinculado al Arqueológico (hoy cerrado por reformas) y se fueron incrementando con otros de la Academia Provincial de San Salvador, en Oviedo, filial de la de Bellas Artes de San Fernando; los pensionados de Roma, sobre todo en el siglo XIX, y sobre todo las adquisiciones de la propia Diputación a través de los años, donde destaca la compra de lotes de los pintores asturianos Nicanor Piñole y Evaristo Valle, que tienen museos monográficos en la región, "dos colecciones soberbias y muy populares", señala Gabino Busto.
El arte asturiano está presente desde el siglo XVIII a la actualidad, junto con las escuelas europeas y el arte español. Los grandes nombres, como Zurbarán, Goya o Picasso, proceden de la colección de Pedro Masaveu, que el Principado de Asturias recibió en 1995 en dación por pago de impuestos de sucesiones, un total de 400 piezas que se han depositado en el museo, que expone un centenar. "Estamos tranquilos", afirma la consejera de Cultura ante la reclamación pendiente de la Comunidad de Madrid.
Otra pieza clave es el Apostolado de El Greco,por dación de Arcelor, uno de los tres completos, junto con el retrato de Jovellanos de Goya, por dación de Hidroeléctrica del Cantábrico. "En estos 25 años ha rivalizado con los museos de mayor tradición e importancia histórica", afirma Pérez Sánchez. "Es una cosa prodigiosa que hayan conseguido las obras de Carreño de Miranda o los bodegones de Meléndez, con el esfuerzo personal de los directores".
Babelia
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