"Debemos sacarle más partido al patrimonio"

Mikel Asensio (Bilbao, 1958), profesor de Psicología Cognitiva de la Autónoma de Madrid, participa en Appear, un proyecto europeo que analiza la conservación y puesta en valor de los restos arqueológicos que yacen en el subsuelo urbano. Acaba de participar en San Sebastián en unas jornadas de arqueología organizadas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Pregunta. ¿Qué supone el hallazgo de restos arqueológicos en una ciudad?

Respuesta. Plantea conflictos sociales y científicos y suele repercutir en la construcción de equipamientos urbanos necesarios. Tomar una decisión sobre su futuro es complicado, pues entran en juego el patrimonio, el presupuesto, intereses ciudadanos,...

P. ¿Cuál es la solución?

R. Es preciso evaluar el peso que tienen realmente los restos encontrados. No es lo mismo encontrar unas estructuras que pueden ser centrales para explicar el pasado de una ciudad que restos de los que ya tenemos muestras.

P. ¿Las instituciones invierten lo suficiente en la preservación del patrimonio arqueológico?

R. El problema no es tanto ése como elaborar un plan general que fundamente la puesta en valor de los yacimientos, lo que no siempre se hace. Una cosa es respetar un yacimiento, incluso hacerlo accesible al público, y otra, ponerlo al servicio de un proyecto.

P. Un proyecto global.

R. Claro. Es habitual ir por una ciudad y, de repente, ver debajo de un banco, porque queda bien y además es legal, una base arqueológica. Tiene sentido, pero se trata de ir más allá, de coordinar ese resto con otros yacimientos, con unos recorridos urbanos, con un museo de la historia de la ciudad que te permita poner de verdad en valor ese elemento, porque, si no, la gente pasa por ahí todos los días y no lo valora.

P. ¿Alguna ciudad española puede servir de ejemplo de esa política?

R. Muchas: Tarragona, Mérida, Alcalá de Henares,... Éste es un país de turismo de playa y monte de baja calidad. Ese modelo está agotado. Cada vez más gente piensa que hay que ir a un modelo de más calidad, con una oferta cultural mucho más elaborada. Y eso pasa por sacarle partido al patrimonio que tenemos.

P. ¿Los arqueólogos asumen bien esa conservación racional?

R. Tradicionalmente, quienes han tenido mayor peso en las decisiones sobre patrimonio han sido las disciplinas de referencia: los arqueólogos en este caso. Hoy es mucho más complicado. No se entiende un proyecto de puesta en valor de un yacimiento sin un equipo multidisciplinar, en el que el arqueólogo, a la vez que imprescindible, es uno más de un equipo que reflexiona y propone medidas.