Juicio contra la libertad de expresión

Un total de 9 años de prisión pide el fiscal asignado al caso para los cinco activistas de Greenpeace que ejercieron su derecho a expresar su repulsa hacia la guerra de Irak. ¿Qué estamos juzgando aquí? ¿Cuál fue el delito cometido? Tal vez formar parte de ese 90% de la población española que estaba en contra de esa injusta guerra. ¿A quién están juzgando en realidad? ¿A todos los que nos opusimos, de una o de otra forma, a aquella absurda guerra? Si condenan a esas cinco personas, estarán condenando a toda la sociedad española, estarán condenando a todos aquellos que nos opusimos a la guerra. Y por si eso fuera poco, nos quieren imponer que hay que aceptarlo sin rechistar, pues el mero hecho de expresar lo que piensas te puede conducir de manera irrevocable a un juicio tan absurdo como la propia excusa para llevarnos a la guerra.

Cuando un soldado dispara una bala, él es sólo el ejecutor material; los responsables son todos aquellos que están detrás (mandos militares, gobierno, etcétera). A veces, hacer justicia es algo más que aplicar las leyes.