La escultura actual dialoga con la monumentalidad de Salamanca

En el espacio monumental de la plaza de Anaya de Salamanca se presentan 17 visiones diferentes de hacer escultura a través de 12 escultores de relieve internacional, al tiempo que otro artista confronta su obra con la fachada plateresca de la Universidad. Para el comisario de la exposición, Kosme de Barañano, la muestra inaugurada ayer considera las búsquedas de la escultura actual y las analiza en un marco histórico.

La propuesta expositiva, que se podrá visitar hasta el día 28 de agosto dentro del programa de Salamanca 2005. Plaza Mayor de Europa, la presenta Barañano como "una gran muestra de esculturas al aire libre, todas ellas de gran formato, como grandes piezas dialogando desde sus diferentes visiones de la realidad artística y desde sus diferentes posicionamientos al respecto sobre qué es el arte". La elección de la plaza de Anaya se plantea como punto de encuentro, como nudo de comunicación en la ciudad, para convertirlo en lugar y espacio museístico y, en ese ámbito, "el espacio no es borde ni es receptor, sino un entorno que se metamorfosea y que nos habla del concepto de tiempo". El comisario ha señalado que "se trata de 18 esculturas de las que se hacen hoy en día", como ocurre con una multitud descabezada de la polaca Magdalena Abrakanowicz o dos piezas del gallego Francisco Leiro sentadas que dialogan entre sí en medio de un parterre, pero también piezas más monolíticas, como las del italiano Arnaldo Pomodoro, los norteamericanos Beberly Pepper, Kenneth Snelson, Chakaia Booker o de Cristóbal Gabarrón, junto a las figuras mitológicas de Markus Lüpertz, los conjuntos colages del alemán A. R. Penck, un enorme toro del francés Xavier Mascaró o un divertimento de Red Grooms. Además, una figura con forma de gran rana echada en la cama, obra del norteamericano Tom Otterness, se ha situado en el Patio de Escuelas, ante la fachada plateresca de la Universidad. Entre las obras expuestas, figuran esculturas realizadas por pintores, como Lüperts o Penck.

También se muestran piezas que provienen de reflexiones del oficio de la escultura tradicional: sobre la luz, sobre el torso, sobre un espacio determinado, sobre la negación del modernismo, caso de Mascaró o Pomodoro, o una búsqueda de la construcción con colages o materiales no tradicionales, como sucede con Snelson o la artista afroamericana Chakaia Booker.

El comisario no llama la atención sobre la diferencia entre lo que es el objeto y el material, ya que son piezas de materiales muy diferentes, así como el impacto del paisaje urbano convertido en sala de exposiciones y, en general, las diferentes formas de tratar la escultura. "Son 15 visiones diferentes de hacer escultura", puntualiza Kosme de Barañano sobre la exposición, cuyo presupuesto de 260.000 euros ha costeado en su mitad la Consejería de Cultura del Gobierno regional, cuya "apuesta por la modernidad" destacó el comisario.