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Cerdanyola rechaza el plan de la Generalitat para construir un vertedero de cinco hectáreas

La negativa del alcalde, de ICV, dificulta la gestión de los residuos a partir de 2008

El Ayuntamiento de Cerdanyola se opone al proyecto del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de construir un vertedero en un foso de cinco hectáreas de la población. La demora en la firma del acuerdo por el alcalde de Cerdanyola, el ecosocialista Antoni Morral, dificulta que la comarca pueda gestionar sus residuos a partir de 2008, cuando se prevé tratar más de 42.000 toneladas de residuos orgánicos. El consejero Salvador Milà admitió ayer que "no hay acuerdo, pero sí receptividad para estudiarlo".

El Gobierno catalán pretende pasar de las 8.465 toneladas de materia orgánica tratada en 2004 en el Vallès Occidental a 42.370 toneladas en 2008. Sin embargo, el cierre del vertedero de Vacarisses ese mismo año imposibilitaría almacenar todo el volumen de materia que ya no se podrá tratar si no se construye el de Cerdanyola, ubicado en un foso que debe contener durante 10 años los residuos generados en la comarca. Ahora este depósito lo usa una empresa de cerámica para enterrar residuos.

Milà, que mantuvo una reunión con los alcaldes de la comarca -a la que no acudió Morral- para presentar el plan, aseguró que el acuerdo deberá cerrarse antes de verano y que ahora sólo quedan algunos flecos como las compensaciones y las características de las instalaciones de Cerdanyola. Fuentes del departamento añadieron que cuando el foso se llene, se sellará y se rehabilitará el entorno. La empresa que gestiona el vertedero de Vacarisses, Tratesa, también se opone al plan del Gobierno catalán. En este depósito se gestionan los residuos sólidos de tres comarcas y otros que proceden de industrias de toda Cataluña. "La empresa cree que tiene derecho a muchos años más, pero la fecha de cierre ya está fijada", aseguró Milà.

En lugar del vertedero, se construirá un nuevo Ecoparc con capacidad para tratar hasta 200.000 toneladas al año. El plan para la comarca también prevé la ampliación de la planta de compostaje de Sant Cugat, que tendrá una capacidad de 12.000 toneladas al año; la mejora de la planta de Can Barba, en Terrassa, y la construcción de una nueva para residuos voluminosos en Sabadell.

La posibilidad de trasladar estos residuos a otro municipio se esfuma con el nuevo modelo de Medio Ambiente, que quiere acabar con macrovertederos como los del Garraf y Vacarisses. El departamento ha esbozado un mapa que se divide en 26 "ámbitos de actuación" -agrupaciones de comarcas- que deberán gestionar sus residuos.

El Vallès Oriental y el Maresme, anticipó ayer Medio Ambiente, constituirán uno de estos ámbitos, aunque ello requerirá primero la construcción de un Ecoparc junto a la planta incineradora de Mataró.

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