Ciberperrera municipal

Bye es una perra mestiza de unos cinco años y vive en la perrera municipal desde mediados de año, cuando fue encontrada en la calle. Desde ayer, su foto, junto a la de otros siete perros y un gato, está volcada en la página web del Ayuntamiento de Madrid (www.munimadrid.es), que ha abierto un servicio de adopción de animales domésticos por Internet.

A través de él es posible consultar los animales que están disponibles para la adopción, ver una ficha donde se indica la edad aproximada, raza y procedencia, así como concertar una cita para recoger a los animales, tras rellenar un formulario con los datos de la persona que va a adoptarla. Este trámite supone la reserva automática del animal.

El año pasado se le practicó la eutanasia al 40% de los animales recogidos

En algunos casos, el perro o gato debe ser vacunado y el Consistorio exige el abono previo de la vacuna. Para acoger en casa a Bye, el futuro adoptante debe abonar 20 euros, pero otros de sus compañeros disponibles, como el husky siberiano Charlie o Bonilla, un cruce de schnauzer, sólo requieren hacer el trámite de cambiar la titularidad del dueño que lo entregó en la perrera.

Con el recibo de haber ingresado esa cantidad, más la copia del formulario, la persona que adopta puede acudir a recoger al animal en un plazo de dos días. Pasado ese tiempo, pierde la reserva. El centro de protección animal, el nombre institucional de la perrera, ofrece además la esterilización gratuita de los animales si el nuevo dueño lo solicita.

De hecho, el Ayuntamiento está llevando a cabo una campaña de esterilización de perros y gatos con el objetivo de reducir las cifras de abandono de estos animales de compañía. Así lo explicó ayer el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo, quien agregó que la mayor vía de abandono de animales en la capital procede de "camadas no deseadas" y que "el 80% de los animales esterilizados son adoptados en plazos cortos". En cambio, añadió, el año pasado fue practicada la eutanasia a un 40% de los animales recogidos, que no lograron ser adoptados.

Como parte de la misma campaña de reducción de los abandonos, que es mayor en la época estival, y fomento de las adopciones, su concejalía ha extendido el horario del centro de protección animal a las tardes y al sábado por la mañana, cuyo personal ha sido reforzado gracias a un convenio con el Colegio Oficial de Veterinarios.

Toda esta información la aportó el concejal durante una visita a las obras del nuevo centro de protección animal que el Consistorio está construyendo en el Ensanche de Carabanchel y en el que está prevista una inversión final de 7,2 millones de euros, de los que 2,5 millones corresponden a este año.

Según el director de Madrid Salud, José Manuel Torrecilla, será la perrera más grande de Europa y comenzará a funcionar el próximo septiembre.

Con 5.900 metros cuadrados construidos, las nuevas instalaciones tendrán una capacidad máxima de acoger a 250 animales, aunque cuenta con 182 habitáculos acondicionados con calefacción, luz y comederos y bebederos automáticos, así como un sistema de agua a presión para el lavado de los animales. De ellos, seis son de tamaño familiar, para acoger a camadas enteras.

"El sistema automático permite que mediante una boya, cuando se termina el agua, sea repuesta inmediatamente, y a través de una cinta transportadora los animales reciben alimento dos veces al día", explicó Marisa Conty, jefa del departamento de servicios veterinarios del centro, que matizó que todas estas medidas de confort para los animales son las que viene exigiendo el movimiento de protección animal.

El centro contará también con una zona quirúrgica, otra de cuarentena, de curas, terrario y pajarera, además de un laboratorio para el estudio del comportamiento de los animales. "Esto permitirá mediante diferentes estímulos como ruidos, movimientos o la presencia de una persona u otros animales, estudiar la agresividad del animal, hacer un tratamiento específico y, sobre todo, advertir de sus problemas a los futuros adoptantes", explicó Conty, que agregó que el Registro de Animales Potencialmente Peligrosos también va a trasladarse a las nuevas dependencias.

El centro está actualmente situado en terrenos de propiedad de la Universidad Autónoma de Madrid, en Cantoblanco, y cuenta con un edificio construido en los años cincuenta que hace tiempo que no se renueva.

Una de las grandes diferencias que reconoció Conty son las medidas de seguridad. Un equipo de vigilancia con cámaras permitirá controlar lo que ocurra en su interior. "El centro actual es muy vulnerable", explicó la jefa de servicios veterinarios. Por eso, agregó, algunas veces que se retiran animales a sus dueños para tenerlos en observación porque son peligrosos, éstos llegan a la perrera por la noche y se los vuelven a llevar.

A sus nuevas instalaciones irán a parar no sólo los perros y gatos que abandona la gente en la vía o que les entregan personalmente, sino también todos los animales de los que se incauta la policía, entre los que es frecuente encontrar animales exóticos. Normalmente, según Conty, tienen estancias muy largas, pues si los responsables del centro no consiguen localizar a sus dueños, deben esperar en torno a los 19 días para poder ser dados en adopción.

Si encuentran al propietario, pero éste no acude a recogerlo, entonces se abre un expediente sancionador, según explicó María José Montes, jefa de sección del Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos, que puede castigarse con multas que pueden llegar hasta los 15.000 euros.