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Los precios de la vivienda y el petróleo elevan un 8% la recaudación fiscal

El peso de los impuestos sobre el PIB crece una décima y representa el 17,6%

Lucía Abellán

Las arcas del Estado resultaron muy favorecidas el año pasado por la bonanza económica del país. Hacienda recaudó un 8,2% más que en 2003, principalmente por el aumento del beneficio de las empresas, que supuso un mayor pago de impuestos, y la subida de la vivienda, que dispara la tributación ligada a este concepto. También el encarecimiento del petróleo y el alza general de precios incidieron en los buenos resultados de la Agencia Tributaria. Con estas cifras, el peso de los impuestos sobre el PIB (representan el 17,6%) crece una décima respecto a 2003.

El dinamismo de la actividad económica generó en 2004 140.854 millones de euros a la Agencia Tributaria. La evolución anual (8,2% más) supone una aceleración respecto a 2003 (un 5,7%). Así figura en el informe de recaudación tributaria correspondiente a 2004 que dio a conocer ayer la Agencia Tributaria.

El impuesto de sociedades, que abonan las empresas en función de sus beneficios (un 35% del total), ha desempeñado un papel fundamental en esta subida. Las ganancias de las empresas crecieron en 2004 un 21,7%, según los datos del Banco de España. Por este motivo resulta mayor la cantidad que abonan a Hacienda.

El segundo impuesto con más impacto en la subida de recaudación fue el IVA, que avanzó un 9,7%. Dentro del gasto sujeto a este impuesto, el elemento "más dinámico", según el informe, corresponde al gasto en vivienda. La cantidad invertida en inmuebles, que representa alrededor del 16% del gasto sujeto a IVA, registró una aceleración próxima al 20%. De esa forma se dispara el IVA abonado por este concepto. Esa aceleración del 20%, señala el texto, se corresponde con la observada en el crédito que solicitan los hogares para adquirir un piso.

El comprador de vivienda nueva debe abonar un 7% del importe total del inmueble en concepto de IVA. Al dispararse los precios de los pisos (más del 17% en 2004) aumenta proporcionalmente la cantidad que se abona a Hacienda, por lo que la recaudación recoge los frutos de la burbuja inmobiliaria.

Petróleo más caro

El encarecimiento del petróleo es otro de los elementos que animan los ingresos por IVA. El crudo se revalorizó el año pasado casi un 33% respecto a 2003, lo que determina un mayor pago del IVA sujeto a las importaciones (en este caso, de petróleo).

Aparte de los factores concretos del crudo y la vivienda, el incremento general de los precios favorece la recaudación por IVA, ya que este impuesto se abona en función de lo que paga el consumidor. El propio informe de Hacienda reconoce que el deflactor del PIB (mide la subida de precios, no sólo de los productos de consumo, sino también de los precios de producción) aumentó un 4,4% el año pasado. Es decir, la inflación contribuye a engordar las arcas públicas.

Frente a la bonanza del impuesto de sociedades y del IVA, el impuesto sobre la renta y los especiales se comportaron de forma renqueante. En el caso del IRPF, que crece un 2,7% respecto a 2003, gran parte de la ralentización obedece a que la recaudación aún arrastra el efecto de la reforma fiscal que rebajó los impuestos en 2003 y que, por tanto, merma la recaudación.

Hay un segundo factor que incide en la menor pujanza del impuesto: las rentas de los hogares crecen menos de lo que lo hacían en 2003. Este hecho obedece al "menor dinamismo de las rentas salariales en el sector privado de la economía". Y es que el año pasado el empleo creció menos en ese sector, si bien en la última parte del año se advirtieron "señales de recuperación".

Subida de la electricidad

También los impuestos especiales (los que se abonan por consumo de alcohol, tabaco y electricidad) avanzaron más tímidamente que en 2003 (un 3,9%). El más vigoroso fue el de electricidad, derivado de un mayor consumo eléctrico y de la subida del precio del kilovatio. Pero el de hidrocarburos avanzó un 3,4%, principalmente porque el encarecimiento del petróleo ha disuadido algo el consumo.

El peso de los impuestos sobre el PIB ha aumentado respecto a 2003. La presión tributaria (porcentaje de los tributos sobre el total de la economía) representa el 17,6%, una décima más que en 2003. Este concepto difiere algo de la presión fiscal (peso de los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social sobre el PIB), que también aumentó medio punto (hasta el 37,1%) en 2004, según datos del Banco de España.

Es previsible que ambos conceptos registren un descenso en 2005. El principal motivo es que el Instituto Nacional de Estadística está a punto de revisar al alza el PIB de este año. A mayor PIB, los mismos ingresos tributarios representarán un porcentaje menor. En ese previsible descenso también influirá la decisión que adoptó el Gobierno de descontar el efecto de la inflación en el IRPF a partir de 2005, por lo que a igual renta se paga menos.

Respecto a los ingresos tributarios por territorios, los atribuidos al Estado crecieron un 4,5%, muy por debajo de los de las comunidades (14,8%). El motivo es que el año pasado ya se aplicó la liquidación definitiva del nuevo modelo de financiación autónomica de 2001, que eleva la participación de las comunidades autónomas en los recursos tributarios. Además, desde 2004 las corporaciones locales tienen una pequeña participación en los ingresos tributarios.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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