Magisterio de Educación Infantil encabeza las preferencias de los futuros universitarios
Las carreras de Medicina y Empresariales se sitúan por detrás en número de solicitudes
Con una selectividad a la vuelta de la esquina, las pruebas en la Comunidad Valenciana se celebrarán entre el 14 y 16 de junio, a muchos les chocará saber que Magisterio, especialidad en Educación Infantil es la carrera más demanda por los estudiantes valencianos que entran en la universidad. Las 1.576 solicitudes de primera opción registradas en la prescripción de junio de 2004, según datos de la Consejería de Empresa, Universidad y Ciencia encumbran a esta carrera hasta la cúspide de la elección. Incluso la Bellea del Foc de este año, la alicantina de 23 años Laura Chorro, la estudia.
El segundo puesto en la lista de las favoritas es para Medicina con 1.508 solicitudes, tras la que se sitúa la diplomatura de Empresariales, con cerca de 1.500 peticiones.
En el decálogo de las predilectas sólo aparece una carrera técnica: Arquitectura
Medicina y Empresariales encabezan un 'ranking' en clave femenina
En el ranking, que recoge las preferencias de los aspirantes a universitarios, llama la atención la ausencia de ingenierías. Y es que en el decálogo de las titulaciones más demandas por los estudiantes valencianos sólo aparece una carrera técnica: Arquitectura.
Por lo demás se aprecia que los estudiantes son bastantes tradicionales en sus gustos y a la hora de decidir su futuro optan por carreras de abolengo como Medicina, Enfermería y Derecho, a excepción de la Licenciatura de Administración y Dirección de Empresas (ADE), que se abre hueco -el sexto- entre las clásicas. A tenor de los datos, la duración de las carreras no parece un factor a tener en cuenta por los estudiantes: las diez primeras posiciones se reparten entre cinco diplomaturas y cinco licenciaturas, entre las que se encuentra Medicina, la carrera más larga del sistema universitario español.
Ahora bien, de la lectura de los datos sí se percibe una realidad sociológica: la hegemonía femenina universitaria. Si Educación Infantil ocupa la primera posición es porque ellas la eligen. Así el curso pasado las mujeres tramitaron 1.469 solicitudes frente a las 107 cursadas por sus compañeros. Una diferencia menos acusada pero que se mantiene en Medicina con 1.056 mujeres frente a 452 hombres. La supremacía femenina se mantiene en 8 de las 10 carreras predilectas: ellos toman las riendas en Arquitectura y Magisterio (Educación Física).
Valentín Gavidia, director de la Escuela de Magisterio Ausiàs March de la Universitat de València, considera que la especialidad de Infantil es la predilecta de los magisterios porque "tiene la exclusiva para la franja de edad en la enseñanza de 0 a 6 años", mientras que el resto de especialidades -Primaria, Musical, Educación Física, Lengua Extranjera, Audición y Lenguaje y Educación Especial- se dirigen a la formación de 6 a 12 años. Gavidia opina que la pronta escolarización por la gradual incorporación de la mujer al trabajo y el crecimiento de la natalidad por la inmigración también coadyuvan a que el Magisterio Infantil se imponga. Por último matiza que la docencia es la salida mayoritaria de los titulados, señalando que el 69% de los mismos encuentra trabajo en 5 años, según el Libro Blanco de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), aunque no la única que cada vez son más los que se decantan por la gestión cultural.
Patrici Ruiz, orientador del IES Lluís Vives habla "del renacimiento" del Magisterio: "Hace diez años nadie quería ser maestro ahora sí", aludiendo al acicate de la convocatoria de oposiciones (cerca de 3.000 plazas en junio). En los últimos años ha observado un incremento de la demanda por ADE y las carreras de Diseño, y añade que lo de Medicina es clásico, aunque muchos se quedan por el camino por la nota.
Para Esteban Morcillo, decano de la Facultad de Medicina de la Universitat -que a su vez es el centro más antiguo de la misma- la clave seductora de la carrera reside en su raigambre. "Es una carrera clásica, muy conocida, con un perfil profesional que no hay que explicar cuando vas a un instituto". Además de ser una profesión de "gran visibilidad social", que es "muy respetada puesto que custodia el bien más cotizado: la salud".
De los estudiantes de la facultad destaca el "nulo absentismo" y la "disciplina" que en part
e se debe "a que son personas interesadas en sacar buenas notas puesto que el expediente se valora en los futuros mir, médicos residentes". Y concluye que el "nulo paro" incentiva buscando una explicación del mismo: "El paro no es deseable en ninguna profesión pero aquí sería un despilfarro dada la gran cantidad de recursos utilizados por el estudiante durante seis años de carrera en los que realiza prácticas de laboratorios universitarios, en hospitales universitarios y en centros asociados", por eso afirma que "las autoridades sanitarias deben estar pendientes de no formar médicos en exceso".
El tercer lugar del podio de las favoritas es para la diplomatura de Ciencias Empresariales, la hermana pequeña de Económicas y ADE. "Claro que había oído aquello 'de quién vale, vale y quién no para empresariales', pero desde pequeña sabía que quería esta carrera y no otra". Además de una madre que ejerce de secretaria, Sandra Romeu se decantó por esta titulación porque por una lado "Económicas la veía demasiado de ciencias" y además agrega que "prefería una carrera corta por si me cansaba de estudiar". Como le sobraba nota en el instituto, tanto el orientador, como algunos profesores le recomendaron que eligiera directamente la superior, pero no se arrepiente: "Siempre estoy a tiempo de estudiar ADE". Cuando acabe le gustaría montar su propio negocio, trabajar en banca o en gestorías.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.