El 57% de nuevos alumnos navarros elige el euskera
El 57,1% de los padres navarros ha matriculado a sus hijos de tres años en los modelos educativos A (con una asignatura de euskera) y D (íntegramente en euskera con el castelleano como asignatura). El 42,9% restante ha elegido el modelo de enseñanza exclusivamente en castellano (el G).
El modelo D absorbe en concreto un 30% del total de prematriculados (1.638 niños), lo que supone un ligero incremento sobre el pasado año. A este bloque habría que añadir los nuevos alumnos de las ikastolas del sur de Navarra, que siguen estando en situación de alegalidad al ubicarse en la zona no vascófona de la comunidad autónoma.
Los datos oficiales aportados al Parlamento foral por el director general de Educación navarro, Fermín Villanueva, muestran que el modelo A crece también pasando del 24,6% del pasado año al 27,1% de las prematriculaciones para el próximo curso (1.474 nuevos alumnos).
El modelo G baja levemente del 44% al 42,9%, con 2.343 niños prematriculados. Este grupo incluye a los 91 alumnos del modelo experimental I, que integra asignaturas en castellano y en inglés y se imparte en dos centros de Pamplona y Tudela.
Villanueva destaca el aumento de matriculaciones, básicamente por la entrada en el sistema de hijos de inmigrantes. Este colectivo supone ya el 8% de la población escolar total de Navarra, con un total de 7.500 alumnos. En este grupo social sólo el 1,4% de escolares va al modelo D.
El 60% de los nuevos alumnos estudiará en centros públicos y el 40% restante en privados concertados. La población extranjera elige masivamente los centros públicos (80% de su nuevas matrículas) frente a los privados (20%). El 97,2% de los padres ha obtenido plaza en el colegios que deseaba, resalta Villanueva.
El departamento navarro de Educación ha recibido durante las últimas semanas duras críticas de las asociaciones de padres de varios colegios públicos del cinturón norte de Pamplona en los que la demanda de alumnos que desean estudiar el modelo D supera la capacidad de los centros. Ello ha provocado tensiones por el necesario traslado a colegios cercanos. El eje situado entre los barrios de Buztintxuri y Rochapea vive un fuerte aumento de población con escasos colegios e infraestructuras precarias -módulos prefabricados a modo de clases- que se perpetúan en el tiempo.
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