200 nacionalistas piden en Alhucemas un juicio a la represión de Hassan II en el Rif

"¡El Rif no es vuestro!". "¡Que sean juzgados los asesinos!". Éstas y otras consignas, con tintes nacionalistas rifeños, fueron coreadas, el martes por la noche, por unos 200 jóvenes que se habían introducido en la sala de fiestas El Mirador de Alhucemas. Su ruidosa protesta retrasó siete horas el inicio de la sesión que organizaba en la ciudad la Instancia Equidad y Reconciliación (IER), un organismo creado por el rey Mohamed VI para escuchar y resarcir a las víctimas de la represión en Marruecos entre 1956 y 1999.

"Son los avatares de la democracia", afirmó Driss el Yazami, un miembro de la IER para consolarse del intento de boicoteo. Estacionadas en los alrededores de El Mirador, las fuerzas del orden no intervinieron.

Pasadas las once de la noche, cuando los manifestantes abandonaron el recinto, Mohamed Benchemach, de 42 años, pudo, por fin, tomar la palabra. Contó ante unas 200 personas y ante las cámaras de la televisión pública -ayer retransmitió en diferido algunos extractos de su intervención- su detención, las torturas y los cinco años que pasó en la cárcel (1984-89) por haber sido militante del sindicato estudiantil.

Pero Benchemach habló sobre todo, como los otros nueve oradores, de la sublevación del Rif entre 1958 y 1959, en la que participó su padre. La revuelta fue aplastada por el príncipe Mulay Hassan que, al acceder al trono en 1961, se convirtió en Hassan II. Le secundó el coronel Mohamed Ufkir. Los historiadores habían establecido que la población fue bombardeada con napalm y calculan que la cifra de muertos ronda los 8.000. Los testimonios de ayer, que acabaron de madrugada, revelaron que hubo además violaciones colectivas de mujeres por parte de los militares. En 1984 se produjo una nueva revuelta en el Rif.