El Gobierno exige a Aguirre que demuestre en qué perjudica Zapatero a Madrid

Las quejas de Esperanza Aguirre sobre el Gobierno central son casi todas de dinero: dice que la inversión procedente de los Presupuestos del Estado dirigida a la Comunidad de Madrid "ha bajado un 25%"; se queja de que la deuda por las obras de ampliación del metro ya no pueda computarla la empresa Mintra; que tenga, a cambio, que engrosar los números rojos de su presupuesto autonómico, y reclama más fondos para pagar la sanidad.

Aguirre, además, reprocha al Gobierno central no haber sido invitada a "actos importantes" realizados en Madrid y a los que sí fue invitado el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, también del PP. Y critica que aún no se haya celebrado una entrevista entre la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y la consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, para hablar, por ejemplo, de las carreteras madrileñas previstas en el Plan de Infraestructuras diseñado por el anterior ministro, Francisco Álvarez-Cascos. Esas obras, según ella, reducirían el "caos" que se produjo el viernes en la salida de Madrid. Y son "necesarias" para futuras ampliaciones urbanísticas de los alrededores de la capital, como las de Campamento o Chamartín.

La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, acudió ayer a la recepción en la Puerta del Sol con motivo de la fiesta de la Comunidad de Madrid. Fue preguntada por estas quejas de Aguirre. Negó que Zapatero "perjudique" a Madrid, aseguró que es la "prioridad" del presidente, y añadió: "Reto a cualquiera a demostrarlo".

Mariano Rajoy, líder del PP, también fue preguntado por estas opiniones de Aguirre. Las consideró un "dato objetivo", como, según él, también lo es "la paralización del Plan Galicia".

Horas antes, en una entrevista en la cadena SER, Aguirre se refirió a la propuesta de financiación del Gobierno tripartito catalán. Tras destacar que a Madrid también le "convendría" un modelo como el que pretende el Ejecutivo de Pasqual Maragall, pues es asimismo una "comunidad de renta alta y muy poblada", aseguró que la propuesta es "inaceptable". Argumentó que "la financiación autonómica no se puede hacer a la carta" y que el último modelo "fue aprobado por unanimidad" en el órgano que se ocupa de estas cosas: el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Como resumen de su posición, declaró: "No vamos a aceptar una financiación a la carta que esconda regalos" de Zapatero a sus socios de ERC en Cataluña y en Madrid. Y destacó que cualquier nuevo modelo deberá ser pactado "entre todos", e intentar buscar un consenso tan amplio como tuvo el anterior, que fue "la unanimidad". En la misma entrevista, Aguirre bromeó con que quizá "Zapatero no quiere a Madrid porque él es del Barça". A esto le contestó uno de sus correligionarios, el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué. Según informa Europa Press, Piqué pidió a Aguirre "que no mezcle el fútbol con la política". Recordó que él mismo es culé "desde pequeño" y destacó que eso es "tan respetable" como ser merengue.