Maragall explicará en la Conferencia de Presidentes su modelo de financiación

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, aprovechará la Conferencia de Presidentes Autonómicos de julio para explicar la reforma estatutaria de Cataluña y la propuesta del nuevo sistema de financiación, que Maragall calificó de "máximos". Así lo aseguraron fuentes del Gobierno catalán, si bien diferenciaron entre explicar y negociar. Lo primero se acepta, lo segundo no, pues el tripartito considera que la conferencia no es el marco adecuado. Además, antes de negociar con el Gobierno central es prioritario un acuerdo de consenso entre los partidos catalanes.

El presidente catalán afirma que su propuesta de financiación es de "máximos"

"De la misma manera que la solución al déficit de la sanidad no se pacta en la Conferencia de Presidentes, sino que se debate, con la reforma de financiación sucede lo mismo". Así de taxativas se expresaron ayer fuentes de la Presidencia del Gobierno catalán para responder a la oferta del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de discutir en la próxima cita de presidentes autonómicos el nuevo sistema de financiación para las comunidades autónomas.

Maragall irá a la cumbre autonómica a explicar las reformas que aborda el Parlamento catalán: el Estatuto de Autonomía y la financiación. El presidente de la Generalitat catalana confirmó su pretensión, adelantada en la anterior y primera Conferencia de Presidentes, en octubre de 2004. En este punto, Maragall tendrá la aquiescencia de la oposición nacionalista de Convergència i Unió y de su principal socio de Gobierno, Esquerra Republicana. Sus respectivos líderes, Artur Mas y Josep Lluís Carod, le advirtieron de que no vaya a la Conferencia a negociar el modelo financiero -aunque sí a comentarlo- ya que el ámbito de discusión debe ser la comisión mixta -y paritaria- Estado-Generalitat.

La Presidencia de la Generalitat recordó que en la actualidad hay sobre la mesa tres propuestas sobre el futuro modelo de financiación: la del tripartito, la de Convergència i Unió y la del Partido Popular. Si bien esta última con pocos visos de prosperar. En consecuencia, primero hay que negociar en Cataluña para que del Parlamento autónomo salga un acuerdo definitivo. Después la negociación se trasladará al ámbito nacional, bien en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera o en la Comisión Mixta Estado-Generalitat.

El problema, en cualquier caso, podría presentarse según la fecha en que se celebre la próxima Conferencia de Presidentes. El Ejecutivo catalán quiere alcanzar un acuerdo sobre la reforma estatutaria -que debe incluir los principios generales de la financiación- antes del próximo verano. Si para la Conferencia hay pacto entre las formaciones políticas catalanas, Maragall tendrá el camino expedito en la cumbre para explicarlo. Si no hay pacto, el presidente poco podrá comentar.

Pero tanto en Cataluña como en Madrid, la negociación se prevé complicada y más después de las declaraciones formuladas ayer por Maragall y Mas. El presidente catalán comentó, en un almuerzo privado con una docena de jóvenes, que la propuesta presentada la pasada semana por el tripartito es "lo máximo" que ahora podía plantearse al Estado. "Esto es una base de negociación. No le hemos dicho [al Gobierno]: te presentamos esto y te pedimos que lo aceptes tal cual; discutámoslo".

Por el contrario, Mas volvió ayer a criticar por "corto" y "poco ambicioso" el plan financiero del Gobierno tripartito de izquierdas y exhortó a Esquerra Republicana a aceptar el presentado por Convergència i Unió.

El Gobierno central ve con buenos ojos que Maragall contraste en la Conferencia de Presidentes sus planes de reforma del Estatuto catalán y de la financiación con los demás gobernantes autonómicos de España. "La iniciativa de Zapatero de elegir como foro de debate la Conferencia de Presidentes para la propuesta de financiación de Maragall es acertada porque permitirá la participación de todas las comunidades autónomas y el contraste con sus posiciones. La propuesta de Maragall tiene un amplio apoyo en Cataluña, que no tenía en Euskadi el plan Ibarretxe, que se zanjó con un debate en el Congreso y una votación que lo rechazó por amplia mayoría", señalan fuentes gubernamentales.

Los ministros de Economía, Pedro Solbes, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, trabajarán en la respuesta del Ejecutivo central a la iniciativa de financiación de Maragall, así como su alternativa al modelo vigente de financiación autonómica. "No será una alternativa cerrada y totalmente precisa, pero sí marcará los criterios y pautas del nuevo modelo de financiación autonómica", según señalan en fuentes gubernamentales. Solbes adelantó el jueves que, previamente, pretendía conocer la liquidación del ejercicio de 2004 del modelo de financiación, vigente desde julio de 2001.

El Gobierno central tratará de agrupar en torno a su propuesta a las comunidades autónomas co un objetivo: que "todos juntos demos una solución al reto de la financiación". Zapatero adelantó los criterios el sábado en León: asegurar la suficiencia financiera de las comunidades necesitadas de afrontar unos servicios públicos onerosos y responder a los principios de solidaridad territorial entre ellas.

El Gobierno central pretende que sea la Conferencia de Presidentes autonómicos, que se celebrará tras las elecciones gallegas del 19 de junio y antes de las vacaciones de verano, la que fije los criterios políticos de la financiación. Pero más adelante, insiste el Ejecutivo central, será el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que agrupa a representantes autonómicos así como de los ministerios de Economía y Administraciones Públicas, el que establezca los criterios técnicos de reparto de la financiación.