Ibarra responde a la propuesta fiscal catalana que "se metan los cuartos donde les quepan"

El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha rechazado "radicalmente" y con dureza la propuesta de financiación autonómica planteada por la Generalitat y el bilateralismo en su negociación. "¿No le da vergüenza a quien tiene el 119% de PIB decirle al que tiene el 60% del PIB que ya está bien de acostumbrarse a vivir del subsidio?". "¿No le da vergüenza?, ¿se puede ser tan cretino?", se ha preguntado. Para Ibarra, que ha rematado sus reflexión con un "que se metan sus cuartos donde les quepan", "ningún gobierno autonómico es dueño de los impuestos de los ciudadanos". La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha pedido "sentido común" en el debate, que en su opinión deberá abordarse en la Conferencia de presidentes y acordarse "entre todos" en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Ibarra, tras la reunión del Consejo Político Permanente del PSOE regional, ha manifestado que no tiene inconveniente en que la propuesta se debata en la Conferencia de Presidentes, pero "lo importante es que, cuando llegue a ese debate, la Generalitat tenga claro que el Gobierno no lo acepta". El presidente extremeño ha aseverado que los socialistas de esta comunidad rechazan "radicalmente" el planteamiento y el bilateralismo, pues "todo aquello que nos afecte a nosotros, queremos discutirlo nosotros". Ha argumentado que el proyecto catalán se basa en varias "falsedades", la primera, una definición errónea del Estado federal y, la segunda, afirmar que se transfieren recursos de unos territorios a otros, lo que es "mentira".

Si Cataluña quiere más, "el resto también"

También es falso, a su juicio, que existan comunidades que necesitan más financiación que otras, ya que si Cataluña la requiere, "el resto también", y es falaz el argumento de que la solidaridad debe ser temporal, porque "si eso se aplicara a los ciudadanos todo el mundo vería que es un disparate". La propuesta de la Generalitat prevé la creación de una Agencia Tributaria catalana -coordinada o consorciada con la estatal- que recaudará todos los impuestos y cederá al Estado un porcentaje que en ningún caso será superior al 50% de los cedidos parcialmente: IRPF, IVA e impuestos especiales (hidrocarburos, alcoholes y tabaco), más el de sociedades.

Por su parte, De la Vega, ante el Foro Nueva Economía en Barcelona, ha abogado por afrontar la reforma del Estatuto y la nueva financiación de Cataluña y del resto de autonomías bajo criterios de "cooperación, confianza, bilateralidad efectiva y una multilateralidad necesaria". Frente a las voces del Gobierno catalán que reclaman una negociación bilateral con el Estado, De la Vega ha dicho estar "absolutamente convencida de que la razonabilidad de las partes, de la propuesta (del Gobierno catalán) y de sus proponentes nos va a llevar a buscar un acuerdo que tiene que hacerse entre todos en el marco del debate de la Conferencias de presidentes y de acuerdo con el CPFF". La vicepresidenta ha señalado, al igual que dijo ayer sobre Madrid, que "Cataluña es una prioridad para el Gobierno".

Una negociación "multilateral" y "bilateral"

En cambio, el ministro de Industria y primer secretario del PSC-PSOE, José Montilla, ha afirmado que la negociación del sistema de financiación no está planteada para que afecte a las de régimen foral y para las de régimen común será "abierta" y tendrá una doble componente, "multilateral" de una parte y "bilateral" de otra. Montilla ha precisado que la propuesta es una iniciativa "de máximos y, por supuesto, para negociar". El ministro de Economía, Pedro Solbes, ha terciado en el debate para recordar que la propuesta supone "un cambio de modelo" y que el nuevo sistema tendrá que conseguirse con el acuerdo de todas las comunidades y respetando el principio de solidaridad entre ellas.

Desde el lado catalán, el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, ha llamado a las fuerzas políticas catalanas, en especial a CiU, a mantenerse "unidas" para poder "ganar la guerra" y a evitar "montar batallitas en la retaguardia" que debiliten la posición catalana. CiU también se ha pronunciado, y muy duramente. Su líder, Artur Mas, ha reprochado al Gobierno que "esté rompiendo las reglas del juego" porque "por definición, un Estatuto con financiación incorporada es un pacto bilateral". "No vamos a aceptar ningún tipo de injerencia", ha subrayado Mas, para añadir "que no se metan mientras este proceso está vivo en el Parlamento" catalán y hasta que éste lo apruebe, y entonces se podrá empezar a negociar, "empezando por recordarles su promesa de que iban a aceptar lo que saliera del Parlament".

"Si no la podían cumplir, no haber engañado a todo un país", ha indicado, y se ha preguntado: "¿Qué se creían, qué iba en broma, qué haríamos algo para que Zapatero quedase bien contento y pudiera hacer fotocopias para después exportarlas a las otras autonomías, y quedar como un hombre dialogante?". El secretario general del PP, Ángel Acebes, ha pedido hoy a José Luis Rodríguez Zapatero, "un poco de seriedad" a la hora de abordar la reforma de la financiación. Además, ha ironizado sobre si el presidente del Gobierno va a solucionar "en dos tardes" dos asuntos que afectan a la solidaridad y a la cohesión.