Quejas por la lentitud de la asistencia médica a un niño fallecido tras un incendio

La muerte, ayer, de un niño de 4 años por asfixia como consecuencia del incendio que se produjo el domingo en su casa de Riudecanyes (Baix Camp) motivó las críticas del alcalde de la población, Josep Maria Tost, quien aseguró que las ambulancias tardaron demasiado en llegar. Según el Departamento de Salud, la primera llamada de aviso se recibió a las 8.23 horas, y 20 minutos más tarde la ambulancia había llegado al destino. Fuentes del departamento calificaron de "buena" la actuación.

Riudecanyes dista 14 kilómetros de Reus y 11 de Cambrils, de donde salió el primer vehículo de bomberos que llegó al incendio. Los Bomberos de la Generalitat recibieron una llamada de un vecino a las 8.20 horas del domingo. Ésta fue la primera noticia que tuvieron del suceso, y cuatro minutos más tarde salió de Cambrils un vehículo, que aparcó frente a la casa en llamas a las 8.40. A las 8.24 salieron de Reus otros dos vehículos que llegaron 20 minutos después. "No se puede hacer una salida más rápida", asegura el cuerpo de bomberos.

Nada más llegar, los bomberos se dedicaron a atender a los heridos, tres menores y sus padres, que estaban ya en el exterior de la vivienda. Había ardido el comedor y, según fuentes municipales, el fuego arrasó un sofá, cuya combustión generó una densa humareda. Los bomberos explicaron ayer que se vieron obligados a "priorizar" la atención médica al no haber ninguna ambulancia y añadieron que su trabajo consistió en realizar una reanimación cardiorrespiratoria a dos de los menores, de 4 y 8 años de edad, que eran los que presentaban síntomas graves de asfixia. Minutos más tarde, las ambulancias los trasladaron al hospital Joan XXIII de Tarragona. El tercer niño fue enviado al hospital Sant Pau de Barcelona, donde ayer falleció de una asfixia severa por inhalación de humos tóxicos. El resto de la familia evoluciona satisfactoriamente y los médicos prevén darles de alta en las próximas horas.

Antes de que llegaran los bomberos, según Salud, los vecinos rompieron las puertas de la casa incendiada para sacar a las cinco personas que había en su interior. Josep Maria Tost asegura que estos vecinos estaban alarmados por la falta de equipos de emergencias e incluso le increparon. Fuentes municipales aseguran que algunas personas llamaron a los teléfonos de emergencias antes de lo que ha quedado reflejado en los registros de bomberos y de Salud, pero que les pasaron de operador a operador y les hicieron esperar algunos minutos con música de fondo antes de atenderles. El Ayuntamiento enviará una carta al Departamento de Salud para pedir explicaciones sobre los tiempos exactos de reacción de las ambulancias.

La directora del Servicio de Emergencias Médicas, Ana Puig, calificó la actuación de las ambulancias de "buena", y añadió: "No podemos aspirar a tiempos de reacción por debajo de éstos a no ser que hablemos de un núcleo urbano". El servicio de emergencias movilizó a "todos los efectivos de la zona", y hasta Riudecanyes se desplazaron tres ambulancias básicas, con dos técnicos con capacidad para iniciar procesos de reanimación, y dos vehículos medicalizados, con un médico y un enfermero, al margen del médico de atención continua del cercano pueblo de Riudoms, que se desplazó a Riudecanyes en su vehículo particular y llegó antes que los vehículos medicalizados.