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Reportaje:

Un tren a 42 metros bajo tierra

La nueva estación bilbaína de Miribilla será la más profunda de las líneas de cercanías de Renfe en España

Será la estación de cercanías más profunda de España, 42 metros bajo tierra, y exigirá un gran esfuerzo técnico y económico para acercar estas líneas de Renfe a uno de los nuevos barrios de Bilbao, el de Miribilla, donde residirán 12.000 personas. El proyecto, anunciado por las autoridades hace cinco años, prospera tras haber sido cuestionado por su complejidad y especialmente por la elevada inversión requerida para materializarlo.

El camino se despejó en 2004, cuando el presupuesto inicial, de unos 17,5 millones de euros, se rebajó hasta los 11,1 millones tras la adjudicación de las obras. Para eso fue necesario eliminar del proyecto las escaleras mecánicas previstas en un principio e instalar más ascensores. Tuvo que modificarse también el emplazamiento de la boca de la parada, que finalmente se situará en una plaza próxima al centro comercial de Miribilla donde se pensaba ubicarla.

En menos de 25 segundos se accede desde la superficie a la parada subterránea

"Es de las obras más complejas que va a acometer la sociedad, porque además el tren pasa por debajo cada cuatro minutos", afirma un portavoz de la sociedad interinstitucional Bilbao Ría 2000, encargada de la revitalización urbanística del área metropolitana y de la dirección de este proyecto.

La obra no afecta para nada al actual trazado ferroviario que discurre bajo el nuevo barrio de Miribilla. Pero para encontrarse con la línea de Renfe es necesario excavar un túnel vertical sobre roca caliza y bajar hasta los 42 metros bajo tierra, una cota que no se alcanza en ninguna parada de las once redes de cercanías de Renfe en España, según la compañía.

El túnel de acceso a la nueva parada será, de esta forma, similar al de un edificio de cuatro pisos. En menos de 25 segundos, los usuarios podrán acceder desde la superficie al apeadero subterráneo. El proyecto contempla remedios contra la claustrofobia: los seis ascensores disponibles, de 21 plazas cada uno, tendrán puertas transparentes y toda la galería vertical estará iluminada.

El túnel de acceso dispondrá de un corredor de escaleras fijas para emergencias, además de otra salida de urgencia. Las cinco plantas dispuestas obedecen también a motivos de seguridad y a contingencias como la posibilidad de cambiar de ascensor en caso de una avería.

El inicio de las obras todavía no tiene fecha fija, aunque se apunta a este mes o a principios del próximo junio. "Antes del verano", asegura un portavoz de Bilbao Ría 2000. Y el plazo de ejecución es de 22 meses, con lo que, si no hay contratiempos, la parada de Miribilla estaría disponible en la primavera de 2007.

En el proyecto participan todas las instituciones vascas y el Gobierno central, a través de la sociedad interinstitucional Bilbao Ría 2000 de la que forman parte. Los problemas presupuestarios obligaron a una aportación adicional de 1,1 millones por parte de Bilbao Ría 2000, el Gobierno vasco, Renfe y el Ayuntamiento de Bilbao. La Diputación de Vizcaya rechazó participar en la nueva financiación, al argumentar que no es una competencia suya.

"En dos o tres minutos se estará en Abando [la estación central de Bilbao]", afirma el portavoz de Bilbao Ría 2000. Los beneficiados serán alrededor de 20.000 vecinos de la zona -aunque la cifra se puede ampliar a 40.000 con otros barrios cercanos- y se espera que la estación sea empleada a diario por 5.000 personas.

Este apeadero es fundamental para las comunicaciones de Miribilla, una de las mayores operaciones de regeneración urbanística de Bilbao, aunque más humilde que la de Abandoibarra. Aquí, de las 3.000 viviendas previstas, casi 2.000 son protegidas. Enclavada en una zona de minas abandonadas, que obligó a un costoso trabajo de urbanización, el lugar ocupa una superficie de 43 hectáreas (13 más que Abandoibarra) y tiene sus primeros moradores desde hace más de un año.

La parada de Miribilla será la segunda nueva estación de la línea 3 de Cercanías de Renfe -que une la capital con Orduña- tras la inauguración, en enero pasado, en el barrio vecino, de la de La Peña. Este proyecto también tuvo su complejidad, que que hubo que salvar un desnivel de 20 metros, aunque al aire libre. Pese a que todavía no ha llegado a las cifras previstas, se espera que la parada de La Peña sea utilizada a diario por cerca de 2.100 viajeros de un barrio que padecía una de los peores comunicaciones de la capital vizcaína y en el que residen 7.000 personas.

La estación de Miribilla se situará a menos de dos kilómetros de la estación de Abando y los vecinos contarán con un enlace directo con otra veintena de estaciones y localidades como Basauri, Arrigorriaga, Llodio y Orduña. Los usuarios quedarán incluidos en la franja de tarifas más bajas del servicio de Cercanías del área metropolitana, que ahora suponen un euro para un billete sencillo; 1,5 euros, el de ida y vuelta, y 20,35, el abono mensual.

El único pero es que los vecinos de Miribilla, donde la mayoría de las viviendas ya están concluidas y se espera que la operación urbanística termine este mismo año, tendrán que esperar hasta 2007 para disponer del acceso por ferrocarril.

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