Agredido en una marcha el presidente de Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, salió ileso el martes de una agresión con piedras, bolsas de agua y basuras lanzadas por grupos de manifestantes que protestaban contra el plan oficial de incremento de las tarifas del transporte público. El que sí resultó herido fue su hijo -que lleva el mismo nombre que su padre- y asesor personal de Bolaños, que tuvo que ingresar en el hospital por una brecha en la cabeza.
Miles de estudiantes, miembros de la Confederación Nicaragüense de Trabajadores y empresarios del transporte público tomaron las calles de Managua el pasado lunes para protestar contra la subida de los precios. El martes la capital estaba paralizada y las manifestaciones se extendieron al norte y al este del país. El presidente Bolaños, de 76 años, quiso conversar con manifestantes concentrados a unos 200 metros de la Casa Presidencial. La respuesta fue violenta: "Que se vaya", gritaron los manisfestantes al presidente antes de agredirle.
Nada más recuperarse, Bolaños puso en estado de alerta a la policía y al Ejército y aseguró que no iba a dimitir. El lunes, 96 de los 152 alcaldes del país, en su mayoría miembros del partido sandinista (oposición), pidieron que el presidente renuncie a su cargo.
La calma parecía haber vuelto ayer en las calles de Managua, donde al menos 17 personas resultaron heridas en las manifestaciones y otras 68 fueron detenidas desde el pasado lunes.