200 personas usan el antiguo polvorín de Riba-roja para una fiesta 'rave'

Las instalaciones militares ubicadas a las afueras de Riba-roja (Valencia), ahora propiedad del Ayuntamiento y en las que la Guardia Civil realiza prácticas, fueron utilizadas en la madrugada del pasado sábado para la celebración de una fiesta rave. Un grupo de 50 agentes de la Guardia Civil del Grupo Rural adscrito a la unidad con base en las dependencias de la calle de Eugenia Viñas de Valencia, entre ellos dos tenientes y un cabo, acudieron a las 11.00 del pasado sábado a realizar unas prácticas programadas en el antiguo polvorín. La Guardia Civil tiene llaves, cedidas por el Ayuntamiento de Riba-roja según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), para acceder a las dependencias tras abrir los candados de la valla y las puertas. El pasado sábado, en la entrada del recinto había, según AUGC, 50 coches, los accesos estaban forzados y dentro unas 200 personas celebraban una fiesta alternativa de música electrónica cuya convocatoria se hace por boca a boca.

Uno de los tenientes que estaba al frente del grupo que debía hacer las prácticas -desde hace más de un año utilizan las dependencias del antiguo polvorín de Riba-roja, un conjunto de edificaciones ahora abandonadas con varios subterráneos que servían para almacenar los explosivos- comunicó la situación al comandante jefe de la unidad. Éste les pidió que no intervinieran y que regresaran a la base, según la AUGC. Desde el grupo desmovilizado se comunicó el incidente al cuartel de La Pobla de Vallbona, del que depende la unidad. La AUGC considera que la decisión del superior pudo incurrir en un delito de omisión del deber de perseguir un delito porque la fiesta ocupaba un espacio que no le correspondía y, según la AUGC, en ellas se consumen y venden drogas de diseño.