Los sindicatos dicen carecer de pruebas sobre el presunto pago de comisiones

Los representantes de los sindicatos UGT y CC OO explicaron ayer en el Parlament que carecen de pruebas para demostrar el pago de comisiones a la Administración por parte de empresas constructoras con el fin de conseguir la adjudicación de una obra pública. No obstante, el representante de la UGT, Florentino Rodríguez, admitió que existe un "rumor" según el cual las empresas subcontratadas pagan sumas de dinero a las empresas adjudicatarias principales para poder participar en las obras.

Las plataformas sindicales, invitadas por la comisión parlamentaria que investiga posibles irregularidades en la adjudicación de obras desde 1999, centraron buena parte de su intervención en una crítica frontal a la subcontratación en cadena. El representante de Comisiones Obreras, Alfredo Bienzobas, denunció que las administraciones infringen la Ley de Contratos al permitir que se sobrepase el límite del 50% de subcontratación. Bienzobas remarcó la "perversidad" de este sistema, porque da beneficios a empresas que no aportan nada a la ejecución de la obra y que sólo actúan como intermediarias.

Tanto los representantes de la UGT como los de CC OO coincidieron además en pedir la limitación del sistema de Unión Temporal de Empresas (UTE), por el cual diversas compañías se asocian para construir una obra determinada. Según Bienzobas, las UTE generan precariedad (al reducir las plantillas) y "acaban por repartirse el mercado" de la construcción.

Cuando los poderes públicos deciden externalizar la realización de una obra acaban por perder el control sobre ésta. Fue otra de las advertencias que lanzaron los sindicatos a los diputados presentes en la comisión. La UGT y CC OO pidieron "reforzar" la tutela de la Administración sobre "el proyecto y la ejecución" de las obras y denunciaron la precariedad laboral del sector, especialmente en materia de seguridad de los trabajadores.

Denuncias de los operarios

El representante de Comisiones explicó que, en una breve conversación con algunos operarios del túnel de maniobras de la línea 5 (el que provocó el socavón en el barrio del Carmel), éstos le confesaron la existencia de "filtraciones de agua" en los días previos al hundimiento del túnel. Según Bienzobas, los trabajadores le reconocieron que "no hacían otra cosa que sacar agua de la obra". Para ampliar esta información, los sindicatos emplazaron a los diputados a pedir la comparecencia de los operarios, ya que podrían arrojar luz sobre las causas del hundimiento.

Bienzobas explicó que el jefe de obras de la UTE constructora se negó a firmar los informes elaborados por la UGT y CC OO sobre las condiciones de seguridad en la línea 5. Los informes no detectaron "problemas extraordinarios", dijo Bienzobas.