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Entrevista:FRANCISCO GRANADOS | Secretario general del PP de Madrid y consejero de Presidencia

"Zapatero ningunea a la Comunidad de Madrid"

Llegó a la Secretaría General del PP de Madrid hace seis meses. En este tiempo, Francisco Granados (Valdemoro, 1964) se ha encontrado con el caso Majadahonda y la crisis en el hospital Severo Ochoa. Granados, en su primera entrevista tras acceder a este cargo, niega que su partido se haya escorado a la derecha.

Pregunta. ¿Qué ha cambiado en el PP de Madrid desde que usted es su secretario general?

Respuesta. Ha cambiado radicalmente. El partido estaba en una fase de estancamiento, por lo que estamos reactivándolo. Como siempre ocurre después de un congreso, hay que acometer la renovación de toda la estructura de los pueblos y de los distritos. Ya la hemos iniciado y queda un tercio de la organización por renovar. Esperamos hacerlo antes del verano. En algunos casos hemos perdido mucho terreno en la calle y debemos recuperar ese terreno.

"Niego que los ciudadanos perciban una radicalización del Partido Popular de Madrid; lo que perciben es una mejora en su calidad de vida"
"Hasta donde sabemos, no hay nada en el 'caso Majadahonda'. Si en algún momento se deriva responsabilidad, cuanto antes se depure, mejor"
"El consejero de Sanidad ha hecho lo que tenía que hacer en el Severo Ochoa. El PSOE ha utilizado con fines partidistas un asunto tan delicado"
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P. Pero externamente no se ha notado nada todavía.

R. Yo creo que externamente se está empezando a notar. Creo que la voz del partido en diversos temas se diferencia de la voz del Gobierno, es decir, que también empieza a haber opiniones del Partido Popular de Madrid. Nos queda por delante, desde luego, tener más presencia en la Universidad, por ejemplo, que yo creo que debe ser un objetivo: tener presencia en asociaciones de todo tipo.

P. ¿No ha habido una radicalización de su partido?

R. Creo que no. Sí es verdad que a nosotros, al PP de Madrid, la situación política que se ha creado desde las elecciones generales nos hace ser un poco el foco de atención del debate político, y eso puede llevar a pensar que se ha producido una radicalización, pero yo creo que más bien todo lo contrario. Somos un partido que tiene muy clara su identidad liberal y así la intentamos demostrar en cada uno de los asuntos.

P. ¿No cree que ha cambiado el discurso de Esperanza Aguirre desde el inicio de la legislatura a hoy? ¿No es ahora más derechista?

R. No. Eso es una invención de la oposición. Cualquier persona que conozca a Aguirre sabe que su discurso y su ideología no es de lo que se podía entender tradicionalmente como de derechas.

P. ¿Cree que es bueno que el Gobierno regional se dedique a hacer oposición al Gobierno de Zapatero, como hace constantemente?

R. El Gobierno de Madrid no hace oposición al Gobierno de Zapatero. Lo que hace es defender los intereses de Madrid, que es para lo que hemos sido elegidos. A veces eso supone, lógicamente, un enfrentamiento con el Gobierno central, pero no es por hacer oposición a Zapatero. Cuando nos quejamos de que estamos perjudicados, por ejemplo, en el tema de infraestructuras o cuando entendemos que la ley de educación es peor de la que había, no es por deslealtad a Zapatero. Lo decimos porque creemos que los intereses de los madrileños se están viendo perjudicados. El objetivo no es hacer daño al Gobierno de Zapatero.

P. Pero si se les hace caso a ustedes, parece que Zapatero no está haciendo nada por Madrid.

R. Probablemente eso sea consecuencia de la posición en la que nos hemos colocado después de las elecciones. Creo que recuperar Madrid es un objetivo prioritario para el PSOE, y eso hace que nosotros, con toda sinceridad, nos sintamos constantemente atacados por el Gobierno central. Es una operación que a nosotros nos parece de desgaste y que se ve en el ninguneo constante a la figura de la presidenta de la Comunidad en cualquier acto oficial y que se ha visto también en los presupuestos generales del Estado. Cuando lo decimos no es para desgastar a Zapatero. Para eso están Rajoy y su equipo.

P. Habla de ninguneo a la presidenta. ¿En qué sentido?

R. Ha habido muchos actos en los que a la presidenta de la Comunidad se le debería haber invitado, y no ha sido así. Pero eso no es lo más importante. Lo más importantes es que lleguemos a acuerdos en materia de infraestructuras, en educación o en sanidad.

P. Pues no hay ningún indicio de que el PP y el Gobierno regional intenten llegar a acuerdos con el Gobierno central.

R. Yo tengo mi experiencia anterior como consejero de Transportes e Infraestructuras. Después de solicitar durante seis meses una entrevista con la ministra, me recibió y me dijo que no a todo lo que le pedí. Y algunas de esas peticiones eran de colaboración, no de que el ministerio pagase todas las infraestructuras. He detectado una intencionalidad clara de no beneficiar a Madrid o de perjudicarle, como lo queramos ver.

P. Entonces, ¿toda la culpa la tiene el Gobierno de Zapatero que no quiere hablar con el PP?

R. No. Lo que sí digo es que tenemos la convicción de que por parte del Gobierno de Zapatero y por parte del partido socialista hay una operación de desgaste y de ninguneo al Gobierno madrileño.

P. Su Gobierno también ha tenido frecuentes fricciones con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que también es del PP. O sea, que tienen bronca no sólo con Zapatero, sino con gente de su partido.

R. No hemos tenido constantes fricciones con el Ayuntamiento. Hemos tenido algunos asuntos en los que no hemos compartido la misma opinión. Eso, aparte de ser normal entre dos instituciones que conviven en un espacio reducido, es una garantía -más que un motivo de preocupación- para los ciudadanos. Es verdad que hemos tenido diferentes opiniones en cuanto a transportes, en el metro, y en otros asuntos, relacionados con el turismo, por ejemplo. Pero no creo que eso esté perjudicando en nada a los madrileños.

P. ¿No cree que esta radicalización que se ve desde fuera pueda perjudicar electoralmente al PP?

R. Niego que los ciudadanos perciban una radicalización del PP de Madrid. Somos un partido que sustentamos al Gobierno regional, al Ayuntamiento y a 100 Ayuntamientos de la región. Lo que perciben los ciudadanos no es una radicalización, sino una mejora de su calidad de vida. Cualquier persona que viva en Villaverde, por ejemplo, verá cómo le está llegando el metro, o cualquier persona que viva en Coslada dentro de un año o año y medio verá cómo tiene un hospital, o dentro de unos años veremos la M-30 con la recuperación de espacios en superficie.

P. Hablemos de Majadahonda.

R. La impresión que tengo en Majadahonda es que se produjo una discusión o una diferencia de criterio entre dos grupos dentro del gobierno municipal. Esa división fue la gota que colmó el vaso, que produjo la salida del alcalde [Guillermo Ortega] por problemas de salud y personales. A partir de ahí, hay una manipulación por parte de la oposición. Es evidente que Simancas fija como objetivo la recuperación de votos en el oeste de la Comunidad, y entonces se monta una gran trama urbanística en la que desde luego la punta de lanza es Majadahonda. Pero ahí no hay nada más que una división interna, que está solucionada. Y lo que se refiere a los temas de urbanismo, hasta donde sabemos, no hay nada. Si en algún momento se deriva alguna responsabilidad, cuanto antes se depure, mejor.

P. ¿Por qué el PP se ha opuesto tanto a que el caso Majadahonda lo investigue la fiscalía?

R. Porque entendemos que la Fiscalía General del Estado tiene cosas más importantes a las que dedicarse que a la investigación de una grabación en la que lo único que se pone de manifiesto es que se menciona el nombre de la presidenta o del secretario general, sin atribuirse ningún tipo de hecho, ya no delictivo, sino de ningún otro tipo. Porque el asunto sobre el que el fiscal general pretende que se investigue es un asunto que no se ha producido: la venta de dos parcelas que nunca se ha llegado a producir. No entendemos que el fiscal no tenga elementos para investigar la ilegalización o no del Partido Comunista de las Tierras Vascas, y, sin embargo, en un tema tan absurdo como el de Majadahonda considere que hay indicios para trasladar esos hechos a la Fiscalía Anticorrupción.

P. Otro asunto que le pilló a usted recién llegado a la dirección del PP fue la manifestación en la que hubo incidentes con el ministro Bono. Uno de los suyos, el concejal Ángel Garrido, escribió una carta convocando a la manifestación contra la política de Zapatero. Ése no era el objetivo de la manifestación, pero al señor Garrido no se le ha amonestado.

R. Es verdad que ése no era el objeto de la manifestación. La carta de Garrido no llegó a más de 15 personas en toda la Comunidad. Y no creo que exista ninguna relación entre la carta y los hechos que se produjeron durante la manifestación. La trascendencia que ha tenido la carta internamente no era como para que existiera ningún tipo de sanción o amonestación al señor Garrido. Es una carta que se puede entender como desafortunada, pero no tiene nada que ver con los hechos que se produjeron. En esa manifestación hubo algunos insultos, pero lo más importante fue lo que ocurrió después: la detención, en nuestra opinión ilegal de dos militantes del PP, que sólo habían cometido el grave delito de acudir a una manifestación legalmente convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo.Es un hecho, sin precedentes en la democracia española, que está en los juzgados y por el que va a acudir a declarar como testigo el delegado del Gobierno [Constantino Méndez]. Y tengo la convicción moral de que la orden de detención parte de alguien de más arriba que del delegado del Gobierno.

P. El director de Telemadrid, Manuel Soriano, envió una tarjeta a la presidenta Aguirre sobre el vídeo del 11-M en la que indicaba que creía que el reportaje había quedado muy bien "ideológicamente". ¿Eso significa que el PP es el que manda en Telemadrid?

R. La tarjeta no se la manda a la presidenta de la Comunidad de Madrid, a menos que la presidenta haya pasado a llamarse "querido Regino" [es el jefe del Gabinete de la presidenta]. Entiendo que es una tarjeta de un amigo a otro. Yo, como además formo parte de este Gobierno, le aseguro que ni desde el partido ni desde el Gobierno se ha dado indicación alguna de que se haga ningún vídeo de ningún tipo. Telemadrid ha actuado con plena autonomía. Detecto una mayor manipulación en TVE que la que se pueda detectar en Telemadrid. El único informativo que veo es el último de Telemadrid y existe una variedad en los contertulios y en las informaciones que no aprecio en otros medios públicos más ligados a otro signo político.

P. ¿Qué opina del asunto del hospital de Leganés? ¿El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, lo ha hecho todo lo bien que podía?

R. El consejero ha hecho lo que tenía que hacer. El PSOE ha cometido el mayor error desde el punto de vista político que ha cometido nunca: utilizar con fines absolutamente partidistas un asunto tan delicado como la sanidad pública.

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