La oposición togolesa toma la calle y acusa al Gobierno de fraude
La victoria electoral del candidato oficial desata la ira de miles de manifestantes
La solución de un Gobierno de unidad nacional en Togo, auspiciada el lunes por Nigeria, ha durado sólo unas horas. El anuncio de los resultados provisionales de las elecciones presidenciales del domingo, que otorgan una aplastante victoria a Faure Ñasingbe, hijo del hombre que gobernó el país con mano de hierro durante 39 años, ha provocado graves disturbios en numerosos barrios de la capital.
La oposición tomó ayer las calles de los barrios de Lomé en los que es fuerte para denunciar lo que considera un fraude electoral. Grupos de jóvenes prendieron barricadas, asaltaron comercios, sobre todo en Bé, y gritaron consignas contra el Ejecutivo. En los barrios progubernamentales, otros jóvenes salieron para festejar la victoria. Es el contraste de los dos Togos. Horas antes, la Cómisión Electoral había ofrecido los resultados oficiales provisionales, que deberán ser confirmados por el Tribunal Constitucional: Faure Ñasingbe, el candidato de la gubernamental Agrupación del Pueblo Togolés e hijo del autoritario Eyadema, el hombre fuerte hasta su fallecimiento en febrero, ha obtenido el 60% de los votos. El opositor Emmanuel Bob-Akitani, un 38%.
Estos comicios, forzados por la presión internacional, no han servido para poner fin a la crisis en un país que ha servido de anfitrión de varios planes de paz, como el que puso fin a la guerra de Sierra Leona en 1999. El vacío dejado por la muerte de Eyadema Ñasingbe fue llenado, por decisión del Ejército, por su hijo.
El líder histórico de la oposición togolesa, Gilchrist Olympio -en el exilio en Francia desde que en 1992 sufrió un intento de asesinato, y a quien se le impidió presentarse a las elecciones-, ha llamado a sus seguidores a la resistencia activa. Olympio tiene un gran prestigio en el país pues es hijo de Sylvanus, padre de la independecia de la nación, derrocado por Eyadema en 1963.
Las calles de Lomé aparerieron ayer desiertas, con numerosos comercios cerrados. Pandillas de jóvenes armadas con palos, piedras y machetes recorrieron sus barrios de manera desafiante. La policía paramilitar intervino lanzando gases lacrimógenos y pelotas de goma para evitar los saqueos y en algunos casos hay imágenes que demuestran que los soldados actuaron con brutalidad contra los manifestantes. No hay noticias de muertos. Numerosas familias, sobre todo de origen libanés, optaron por cruzar a la vecina Ghana en espera de acontecimientos.
La oposición está furiosa con el dictámen de los observadores de Ecowas, institución que reúne a los países de la región occidental africana, porque éstos no denunciaron el fraude masivo y se limitaron a señalar algunas "anomalías".
El presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, que a su vez preside por turno la Unión Africana, reunió el lunes a Faure Ñasingbe, de 39 años edad, con los líderes de la oposición y logró un acuerdo para la formación de un Gobierno de unidad nacional. Ayer, Ñasingbe insitía en esta posibilidad, que parece quemada. Akitani, de 75 años, que lidera la Unión de las Fuerzas del Cambio, rechazó esa solución y llamó a la desobediencia. Ñasingbe, en un intento por dividir a sus adversarios, ofreció ayer un puesto en el Gobierno a Olympio.
Los observadores temen que esta inestabilidad pueda desembocar en un enfrentamiento nacional. Hace una semana, el ministro de Interior de Togo propuso un aplazamiento de las elecciones por temor a que desembocaran en una guerra civil. Fue destituido. Ahora vive refugiado en la Embajada alemana en la capital.
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