Patxi López disputará la investidura si Ibarretxe no logra apoyos suficientes

El inicio de los contactos del lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, para intentar repetir al frente de un Gobierno tripartito en minoría arrojó ayer dos noticias: el anuncio por parte del líder del PSE-EE, Patxi López, de que abordará su propia ronda de contactos en busca de apoyos para disputarle la investidura a Ibarretxe si éste no muestra un respaldo suficiente, y la ruptura de la incomunicación con el palacio presidencial de Ajuria Enea por parte del PP vasco, dirigido ahora por María San Gil.

Ibarretxe les formalizó a ambos su intención ya anunciada de reeditar el Ejecutivo tripartito (PNV-EA-EB) con el apoyo de Aralar, y tanto López como San Gil le hicieron ver que eso no le garantiza la investidura ni la gobernabilidad. De ninguno de ellos recabó ni trató de negociar apoyo.

Madrazo amenaza con retirarse del tripartito si no le dan un puesto en la Mesa del Parlamento

El PP normaliza su relación con Ajuria Enea y no aclara si votará a López en la investidura

El candidato socialista abrirá su propia ronda de contactos la semana próxima

El secretario general del PSE-EE, Patxi López, que fue ayer el primer interlocutor de Ibarretxe en su condición de segunda fuerza política, aprovechó el encuentro para decirle que si al término de esta semana y de sus encuentros con los portavoces de las fuerzas parlamentarias no puede exhibir la mayoría necesaria para resultar investido -lo que depende de la posición que hoy le manifiesten EHAK y Aralar-, abrirá su propia tanda negociadora para intentar lograrla él.

López dijo que el PSE-EE no tiene aún adoptada formalmente la decisión de presentar su candidatura a la investidura, pero dio por hecho que su ejecutiva la tomará la semana próxima si se dan las circunstancias citadas.

El candidato socialista dio signos de impaciencia cuando se le hizo ver que algunos miembros significados del PSE han realizado declaraciones que han dejado calar impresiones en sentido contrario, es decir, en el de no disputar la investidura. López no tiene ninguna posibilidad de salir elegido, y eso contando con el voto del PP, salvo que la formación independentista Aralar le dé su único escaño o que Ezker Batua se apee de su compromiso para reeditar el tripartito, cosa que parece poco probable, pese a que ayer su coordinador general, Javier Madrazo, amenazó con hacerlo si hoy Ibarretxe no le garantiza a su formación un puesto en la Mesa del Parlamento.

La configuración del órgano de gobierno de la Cámara vasca se anuncia conflictiva por la entrada en liza de EHAK, ya que Madrazo pretende conservar la presencia de EB como quinto integrante de la Mesa, a costa de que la coalición PNV-EA se conforme con un solo puesto, supuestamente la presidencia, que sería para el PNV. EB argumenta que se trata de una referencia electoral única, pero EA quiere su propio lugar, como en la legislatura anterior, atendiendo a que va a contar con un grupo diferenciado del peneuvista en cuanto la Cámara se constituya.

Por lo demás, Ibarretxe y López se limitaron a exponerse la voluntad de ambos de participar en los foros que puedan ponerse en marcha para avanzar hacia el fin del terrorismo y hacia un acuerdo sobre el marco del autogobierno.

Vuelta a Ajuria Enea

López le pidió al lehendakari en funciones que se comprometa con estos foros incluso si finalmente se quedara en la oposición, y le insistió, para el caso de que repita, en que el plan Ibarretxe no podrá ser el eje sobre el que se plantee la reforma estatutaria. "Hay que partir de lo que tenemos, el Estatuto de Gernika, eso es, lo que se puede reformar y mejorar. Por tanto, el plan Ibarretxe sólo podrá ser un planteamiento de parte", explicó López, aunque dio por hecho que el lehendakari en funciones "lo querrá llevar en el bolsillo".

Por su parte, María San Gil dio por normalizada la relación con la presidencia del Gobierno vasco al señalar que acordó con Ibarretxe hablar y verse en adelante "cuantas veces sea necesario". El PP, bajo la dirección de Carlos Iturgaiz y Jaime Mayor Oreja, había dejado de acudir a las llamadas de Ajuria Enea durante el anterior mandato de Ibarretxe, desde febrero de 2002, y los últimos encuentros anteriores resultaron agrios. Ibarretxe no logró luego siquiera arrastrar al PP a una vía de comunicación discreta y no oficial. Ayer, San Gil calificó su encuentro con el lehendakari en funciones de "muy agradable y muy cordial". De hecho, se alargó más que la entrevista de Ibarretxe con el líder del PSE-EE.

La presidenta del PP vasco le revalidó a Ibarretxe que la derrota de ETA es la prioridad, y le expuso con crudeza su convencimiento de que no ha hecho todo lo necesario para lograrla y de que si él sigue presidiendo el Gobierno autónomo "se perderán otros cuatro años". San Gil se reservó su posición en el caso de que López opte a la investidura. Pese a haberlo prometido durante la campaña, ayer no respondió con claridad ni quiso decir si le exigirá para ello que renuncie a impulsar una reforma estatutaria que el PP no quiere en Euskadi o que promueva la ilegalización de EHAK.