Griñán calcula que los inmigrantes generan el 10% de la riqueza de la comunidad

El consejero de Economía y Hacienda, José Antonio Griñán, destacó ayer la contribución de los inmigrantes al dinamismo social y económico de Andalucía. Griñán les atribuyó no menos del 10% del crecimiento económico regional durante la inauguración en Sevilla del seminario Inmigración: aspectos sociales y económicos, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El consejero subrayó la contribución de los inmigrantes en la creación empleo y en el aumento de la tasa de natalidad, lo que supondrá más cotizantes que ayudarán a garantizar el sistema de protección social.

Según Griñán, la inmigración es "positiva y conveniente" por sus efectos en la demografía y en la economía, si bien defendió la regularización de los inmigrantes y su integración en el marco de los derechos y deberes recogidos en la Constitución española.

Expuso que el número de inmigrantes regularizados y afiliados a la Seguridad Social se multiplicó por tres en Andalucía entre 1999 y 2004 (de 38.792 a 112.899) y esa afluencia permitió un crecimiento de la población ocupada por encima del seis por ciento desde el último trimestre de 2003 a los últimos tres meses de 2004.

Asimismo, en Andalucía se ha triplicado el número de inmigrantes en los últimos cinco años (de unos 100.000 a 300.000), lo que representa pasar del 1,5 al 4,2% de la población total, y, según el consejero, en la región se ha producido este afluencia de extranjeros de forma más rápida e intensa que en otras zonas de España y de Europa, aunque el ciclo empezó más tarde.

Griñán señaló que la aportación decisiva de los inmigrantes a la actividad y el empleo se constata en las prospecciones del Instituto de Estadística de Andalucía que indican que durante los próximos diez años la población crecerá gracias a su potencial de crecimiento natural -fruto de una estructura demográfica aún joven que compensa el bajo nivel de fecundidad-, aunque a medio y largo plazo, la evolución la determinará la inmigración y la tasa de fecundidad.

También constata el IEA que el envejecimiento irá progresivamente creciendo hasta llegar a duplicarse hacia la mitad de este siglo, y, aunque la población inmigrante suma activos y puede contribuir a aumentar la natalidad, con el tiempo aportará también jubilados, aunque en porcentaje inferior al de los pasivos nacionales.

Declive de población

Asimismo, según el IEA, la población en edad de trabajar, actualmente de 4,5 millones, seguirá creciendo en los próximos años, aún en el más desfavorable de los supuestos, hasta 2013 (4,7 millones) y a partir de ese año y sin entradas de inmigrantes iniciaría un declive que se aceleraría progresivamente.

En el caso de contar con inmigración y un ligero aumento de la fecundidad (escenario medio contemplado por el IEA) se podría mantener durante diez años más un cierto crecimiento de los activos potenciales y la disminución se iniciaría en 2023 y no se detendría, de manera que en 2070, Andalucía contaría con la misma población en edad de trabajar que hoy, pero con 1,4 millones de habitantes más.

El consejero indicó que la población inmigrante que está llegando a España se trata, en términos generales, de personas con un buen nivel de cualificación o sin tener formación tienen la audacia como para emprender una nueva vida lejos de su tierra, por lo que dijo que su contribución a la competitividad no puede hacerse sobre la base de condiciones de trabajo fuera de la legalidad.

Sostuvo que la calidad en el empleo debe iniciarse, en el caso de muchos trabajadores extranjeros, con la regularización y destacó en este sentido el esfuerzo del Gobierno central en el proceso de regularización de inmigrantes abierto en España.