Libertad para dejar la herencia

Un vecino de Amurrio puede dejar sus bienes en herencia a quien desee. Una persona con residencia en Orozko, a menos de 10 kilómetros en línea recta, en cambio, debe redactar su testamento ateniéndose a las limitaciones del Código Civil Foral: cuatro quintos de los bienes serán obligatoriamente para sus herederos legitimarios (hijos, nietos o ascendientes) y sólo un quinto -el equivalente a 20 pesetas de cada 100- de libre disposición.

La asociación Babestu Bizitza, creada para defender el medio ambiente y el mundo rural, ha tomado la iniciativa de reivindicar la libertad para testar sin limitaciones. "Somos mayores de edad y queremos ejercer la libertad de dejar nuestros bienes a quien queramos", dice Alberto Agirrebeitia, uno de sus portavoces. Hoy en día, los ciudadanos de Navarra disfrutan de libertad para testar y, en el País Vasco, sólo existe para los ciudadanos acogidos al Fuero de Ayala.Lo mismo que ocurre al vecino de Orozko, pasa en el resto de Vizcaya, con excepción de las villas (Bilbao, Balmaseda, Bermeo, Durango, Ermua, Gernika, Lanestosa, Lekeitio, Markina, Ondarroa, Otxandio, Portugalete y Plentzia) y Orduña, donde está vigente el Derecho Común, que divide las herencias en tres partes. Una tercera parte se distribuye por igual entre los herederos legitimarios; el tercio de mejora puede beneficiar a voluntad la situación de alguno de ellos, y el tercio restante se puede testar sin restricciones.

La libertad para testar como disfrutan en Navarra, sólo existe en el País Vasco para los vecinos acogidos al Fuero de Ayala. En la maraña de normas que se recogieron en la Ley de Derecho Civil Foral del País Vasco, aprobada en el Parlamento en 1992, queda claro que quienes residan en Ayala, Amurrio, Okondo y en los poblados de Mendieta, Retes de Tudela, Santa Coloma y Sojoguti del municipio de Artziniega, pueden designar herederos "como quisieren".

Para Babestu Bizitza está disparidad de situaciones que crea el derecho foral y común atenta contra el principio de igualdad ante la ley, consagrado por el artículo 14 de la Constitución. Defienden que, al igual que disfrutan los vecinos de la Tierra de Ayala, el resto de los ciudadanos deben tener libertad plena para testar.

El camino elegido para defender su reivindicación se acoge al artículo de la Constitución que dice que "corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra, sean reales y efectivas". Así que se han dirigido a los ayuntamientos vizcaínos, partidos e instituciones para lograr un cambio en el Derecho Civil. Las respuestas ya han empezado a llegar: Truzios, Kortezubi, Busturia y Iurreta ya han aprobado en pleno la petición de que intervengan las instituciones.

Los especialistas advierten de la complejidad técnica de cambiar las normas forales. Pero no es un debate olvidado: el próximo jueves la Academia Vasca de Derecho aprobará la creación de una ponencia sobre la reforma del Derecho Civil Vasco, en materia de familia y sucesiones, que en año y medio se pondrá a disposición del Parlamento.