Salida a la luz
Leo con estupor, y con una cierta indignación, las noticias aparecidas en su diario relativo a los centros educativos de reforma de menores. He sido, desde mayo de 2.003 hasta septiembre de 2.004, delegado sindical por CC OO, en el Centro de Reforma El Pinar.
Me resulta paradójico e irónico leer, ahora, las irregularidades que se producen en estos centros, y denunciadas por el Defensor del Pueblo, así como la situación "muy deficiente" de los mismos. En mi caso, me vi obligado a abandonar mi puesto de trabajo en dicho Centro, en septiembre del pasado año, tras seis meses de baja laboral por depresión, debido a las continuas y reiteradas persecuciones de la dirección del mismo hacia mi persona.
¿Y todo por qué? Simplemente por denunciar con asiduidad y reiteración exactamente lo mismo que figura en el informe del Defensor del Pueblo que ahora ve la luz: nefastas y peligrosas condiciones estructurales del edificio, nula atención educativa al conjunto de menores, vulneraciones sistemáticas de derechos laborales básicos, condiciones higiénicas y de hacinamiento tercermundistas, falta de personal de seguridad, aplicaciones subjetivas y partidistas de la Ley del Menor por parte de la dirección y de sus "coordinadores educativos"...
La indefensión como trabajador y como delegado sindical ha sido absoluta. Desde mi sindicato la respuesta a mis denuncias siempre era "la callada por respuesta", nunca tuve ningún tipo de apoyo por su parte ni por parte de ninguna institución oficial, bien fuera el IMMF, el Defensor del Menor, o cualquier otro. Por eso me sorprende tanto que precisamente ahora todo esto salga a la luz cuando esta situación no es nueva y lleva produciéndose y denunciándose desde hace años. Y mi pregunta es la siguiente: ¿qué se esconde detrás de la denuncia actual? ¿qué intereses existen.
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