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El 50% del suelo de la Comunidad está protegido ambientalmente

Los ecologistas temen que se permita edificar en zonas limítrofes con el parque natural

La mitad de la Comunidad de Madrid (800.000 hectáreas) cuenta con algún tipo de protección medioambiental. Algo más de 400.000 hectáreas están protegidas con algún tipo de figura legal: parque natural, parque regional, embalse, zona de especial protección para las aves (ZEPA), lugar de interés comunitario (LIC)... La propuesta de Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama presentada recientemente por la Consejería de Medio Ambiente convertirá, además, en intocables 34.084 hectáreas de la sierra (entre los municipios de Lozoya y Guadarrama). Además, la sierra del Rincón está en trámites de ser declarada como Reserva de la Biosfera. "Hay una imagen muy urbana de la Comunidad de Madrid, cuando en realidad más de la mitad del territorio es zona verde protegida", explica el consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía.

El problema, para Ecologistas en Acción, es que en la Comunidad de Madrid todo, salvo lo que está especialmente protegido, "puede convertirse en urbanizable". "Lo que no puede ser es que el Gobierno regional permita construir a partir de los límites donde ya no hay protección", denuncia Theo Oberhuber, portavoz de la asociación ecologista."No se pueden equiparar las zonas protegidas para las aves (ZEPA) o los lugares de interés comunitario (LIC) con un parque nacional o regional. Las primeras tienen un nivel de protección más bajo, en el que se permiten muchos usos", denuncia Oberhuber. Por eso, los ecologistas creen que la protección medioambiental de Madrid no es tanta como parece sugerir el porcentaje de hectáreas (50%) afectadas por algún tipo de protección.

La conservación medioambiental de la región empezó en 1930, con la declaración como Monumento Natural de Interés Nacional de la Peña del Arcipreste de Hita (2,6 hectáreas). Ese mismo año, La Pedriza del Manzanares y las Lagunas, Circo y Cumbres de Peñalara fueron (768 hectáreas) declarados Sitios Naturales de Interés Nacional. Setenta y cinco años después llega la última protección: el proyecto de Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del futuro Parque Nacional del Guadarrama, en su vertiente madrileña. El plan pretende blindar 73.000 hectáreas, de las que 34.084 tendrán la protección máxima legal.

El parque nacional es la mayor figura de protección medioambiental existente y sus límites son una fuerte barrera natural en la que prima la conservación de la naturaleza por encima de cualquier otro interés.

Distintos grados protegidos

"El parque tendrá distintas zonas de protección: unas donde los usos serán restringidos, otra con usos moderados, otras donde se permitirán los asentamientos tradicionales (caza, pesca, explotación ganadera y maderera) y otra donde habrá usos especiales (y que incluyen las estaciones de Navacerrada y de Cotos)", señala Zabía. El consejero añade que los técnicos medioambientales "tendrán que mirar zona por zona cuáles son los usos y aprovechamientos permitidos".

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Éstos tendrán que ajustarse a lo que establece el Plan Director de Parques Naturales del Ministerio de Medio Ambiente. Este plan es muy estricto y con carácter general no permite los usos tradicionales. Otra restricción se refiere a la luz artificial dentro de los límites protegidos y que tiene que ser mínima.

El parque contará con las estaciones de esquí de Navacerrada y de Cotos. "Las pistas seguirán funcionando, las mantendremos y mejoraremos. Lo que haremos será limitar su crecimiento", señala Zabía.

Ahora el Gobierno regional tiene que llevar a la Asamblea un proyecto no de ley sobre los límites del futuro parque. Castilla y León debe elaborar también el proyecto de la vertiente segoviana. Ambos proyectos tienen que ser remitidos después al Ministerio de Medio Ambiente, que debe dar el visto bueno y enviarlo, a su vez al Consejo de Ministros. El último trámite pasa por el Congreso de los Diputados.

Los ecologistas temen que las presiones urbanísticas se trasladen ahora a la vertiente de Castilla y León. Desde Ecologistas en Acción quieren dejar claro que "la naturaleza no conoce fronteras". De hecho,los límites de máxima protección del Parque Nacional del Guadarrama dejan fuera zonas como los montes Carpetanos y los pinares de Canencia. A juicio de los ecologistas, el valle del Lozoya no tiene "la protección suficiente". "Habría que incluir los dos márgenes del río", reclaman.

La semana pasada, el consejero de Medio Ambiente se reunió con alcaldes y concejales de 37 municipios de la sierra incluidos en el parque. El encargado de exponer entre los regidores los resultados de los trabajos fue el catedrático de Geografía Eduardo Martínez de Pisón, coordinador del equipo que ha elaborado el proyecto. "La reunión con los alcaldes ha sido un primer cambio de impresiones, y las opiniones han sido favorables", explicó el consejero.

De todas formas, aún queda mucho camino hasta la aprobación definitiva del Parque Nacional del Guadarrama. Una sentencia reciente del Tribunal Constitucional ha otorgado a las comunidades autónomas la gestión de estas áreas naturales.

Eso significa que el Ministerio de Medio Ambiente tiene que financiar los planes, pero ese dinero lo gestionarán las diversas regiones afectadas. Esto ocurre en el caso de los parques nacionales que ya existen, por lo que el Gobierno regional pide el mismo trato para los parques futuros, como es el caso del de Guadarrama.

Del buitre negro al águila imperial

A pesar del tamaño reducido de la Comunidad de Madrid (800.000 hectáreas) y de su numerosa población (5.500.000 habitantes), la región conserva numerosos ecosistemas que merece la pena conservar. En las alturas, la región queda limitada desde los 2.429 metros del pico de Peñalara y los 430 del río Alberche, en Villa del Prado.

"Destacan como zonas protegidas el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares; el Parque Regional del Sureste; el Parque Regional del Río Guadarrama y el Parque Natural de Peñalara", explica el consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía. El catálogo de humedales protegidos contiene 37 espacios y hay casi un centenar de vertebrados incluidos en el catálogo regional de fauna amenazada. Destaca el ciervo, el jabalí, la cabra montés, el corzo, la liebre, el gamo y el muflón.

Uno de los lugares verdes más turísticos de la región, La Pedriza, está incluida dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Este espacio natural se extiende por 52.796 hectáreas, gran parte de las cuales están declaradas como Reserva de la Biosfera. Además, Peñalara se ha convertido en Parque Natural y la Comunidad de Madrid pidió el año pasado la inclusión de las lagunas en la lista de humedales de importancia internacional.

Las aves también tienen sus espacios. "En la región hay siete Zepa (Zona de Especial Protección Para las Aves)", explica el consejero de Medio Ambiente. La del Alto Lozoya alberga espacies amenazadas como el buitre negro o el águila real; y otras que son más comunes como las águilas culebrera o calzada. La Zepa de los ríos Alberche y Cofio también tienen poblaciones de buitre negro y águila imperial.

Los cortados de los ríos Jarama y Manzanares alojan aves acuáticas (garzas y garcillas), halcones y azores. Estas especies también se encuentran en los carrizales y sotos de Aranjuez.

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