Confianza en descenso
La situación económica provoca convulsiones en las bolsas
Las bolsas europeas han respondido con inquietud ante los bandazos del mercado estadounidense y la débil evolución de la economía, forzando una revisión de las estrategias de inversión a medio plazo. Aun así, el Ibex 35 cierra la semana con un descenso de sólo el 0,64% y en 9.096,40 puntos.
Los mercados de valores han sufrido en los últimos días una serie de vaivenes que tenían como origen una importante caída en la Bolsa estadounidense. Los indicadores económicos y las advertencias lanzadas desde algunas instituciones han obligado a los inversores a pensar en el futuro inmediato, sobre todo cuando las cotizaciones han vuelto al nivel de apertura del ejercicio.
El Ibex 35 cierra la semana con un descenso del 0,64% y con un saldo anual positivo de sólo el 0,17%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid, con la ponderación de los valores más repartida, bajaba en la semana el 0,48% y en el año suma una ganancia del 2,26%.
Los inversores europeos se encontraron el pasado lunes con un ambiente muy negativo por la caída de Wall Street. La causa estuvo en los descensos de la confianza de los consumidores y del índice de actividad manufacturera, unidos al temor a que los resultados empresariales que se iban a dar a conocer a lo largo de esta semana no cumplieran las expectativas. Aquellos miedos encontraron un terreno bien abonado en Europa, en donde los inversores esperan poco de la evolución económica y cada vez menos de los resultados empresariales.
El desmantelamiento de posiciones fue una respuesta fácil en momentos de duda, sobre todo cuando el Ibex 35 entró en pérdidas a escala anual, aunque volvió a repetirse el fenómeno de la liquidez, y la caza de gangas por parte de muchos inversores salvó a las bolsas europeas de sufrir un descalabro aún mayor.
Los indicadores económicos y los resultados empresariales publicados a partir del martes han tenido un efecto tranquilizador sobre los mercados, si bien muchas de las cifras de beneficios trimestrales se tomaron por buenas sólo por mejorar las previsiones y a pesar de caer respecto del periodo comparado. El dato de construcción de nuevas viviendas sufrió la peor caída desde enero de 1991, el IPC de marzo, con el 0,6%, registró la mayor subida en cinco meses y los índices adelantados, que muestran la tendencia futura de la economía, bajaron el 0,4%. Frente a esos datos se contó con el descenso en las peticiones semanales de subsidio de desempleo y el incremento en la actividad en Filadelfia, dos datos que, junto con algunos buenos resultados empresariales, consiguieron calmar a los inversores.
El volumen negociado descendió hasta 3.082,96 millones de euros por día, frente a los 3.616,46 millones de la semana anterior, aunque las operaciones "abiertas" ascendieron hasta los 2.502,34 millones diarios frente a los 2.104,94 del ciclo anterior.
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