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SALUD

Una voz para seducir

Además de ser el primer agente de comunicación, la voz es una forma de expresión estética ante los demás. Una higiene vocal más completa y visitas regulares al especialista nos ayudarán a mantenerla sana e incluso a mejorarla. Y una voz cuidada es una poderosa arma de seducción.

Por iniciativa de la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología, el 16 de abril se celebró el Día Mundial de la Voz. La Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), responsable en todo el territorio nacional de promover esta iniciativa, advierte de que en los últimos años ha habido un aumento notable de los recursos para detectar y tratar problemas de la voz. A su vez, la población en general manifiesta cada vez un mayor interés por este problema y acude con más frecuencia al especialista.

Vivimos en una sociedad vertiginosa y ruidosa, donde esa otra contaminación que no se ve, la acústica, nos obliga constantemente a forzar la capacidad fonatoria para comunicarnos. La voz tiene unos límites de uso, según las capacidades personales y cómo se utilicen. Se considera que la capacidad fonatoria normal está en cuatro horas seguidas hablando o dos cantando. Para no lesionar la voz por encima de estos tiempos, hace falta una técnica depurada.

Datos de la SEORL revelan que el 5% de la población actual sufre sin saberlo algún tipo de trastorno vocal que requiere la ayuda de un especialista.

"Además de ser la forma de comunicación humana por excelencia, la voz es, para muchos colectivos profesionales, una importante herramienta de trabajo. Cantantes de distintos géneros, actores, personal docente, periodistas y locutores apoyan la mayor parte de su trabajo en la voz", explica el doctor Ignacio Cobeta, secretario de la mencionada organización y jefe de la especialidad de otorrinolaringología en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid).

Todos ellos, a juicio de este experto, sufren con frecuencia trastornos de la voz. Uno de los colectivos más afectados es el de los maestros y profesores, que pasan gran parte de su jornada laboral utilizando la voz. Un 25% de los pacientes con lesiones vocales pertenecen al gremio docente.

Aunque los cantantes, y especialmente los líricos, son los más vulnerables y los que peor toleran los problemas de la voz, estos profesionales tienen un gran conocimiento del funcionamiento y manejo vocal. Y otro tanto sucede con actores y locutores, que generalmente han sido sometidos previamente a un entrenamiento especial.

Respecto a la edad, la franja de mayor prevalencia de los problemas de fonación en la población general se encuentra entre los 25 y los 45 años.

"Cuando se producen disfonías o alteraciones en la voz", explica este especialista, "generalmente es porque hemos forzado nuestras posibilidades. Clasificamos las disfonías en dos grandes grupos: orgánicas y funcionales. La diferencia estriba en que en las primeras existe una lesión anatómica. No obstante, un mal uso y abuso de las cuerdas vocales puede desencadenar una combinación de ambas patologías".

La patología benigna más frecuente de las cuerdas vocales son los nódulos, que representan del 17% al 24% de todos los procesos no tumorales de esta región anatómica. En la población infantil en edad escolar, entre el 30% y el 40% de los niños presenta en ocasiones un tipo de disfonía. La más frecuente viene representada por los nódulos, que suponen del 50% al 80% de las disfonías en este grupo de población.

Higiene de las cuerdas vocales

Aplicando este decálogo conseguiremos unas cuerdas vocales más sanas. Buenas costumbres fáciles de llevar a la práctica, pero que muchas veces se nos olvidan.

Evitar el ruido ambiental. Cualquier situación que obligue a alzar la voz por encima de lo normal para comunicarnos es lesiva. Esto se agrava si se le suman factores como el humo del tabaco y el alcohol. Discotecas, bares, restaurantes, fiestas… perjudican seriamente nuestra salud vocal.

No superar nuestras posibilidades. Cada persona tiene una capacidad de resistencia al habla, en función de sus características individuales y su entrenamiento vocal. Superar esos límites puede provocar disfonías y otros problemas en las cuerdas vocales.

Utilizar bien los recursos. Hablar atropelladamente supone agotar el aire de los pulmones. Esto se traduce a largo plazo en un engrosamiento de las venas del cuello y en una tensión muscular que termina dañando las cuerdas vocales.

Mantener una buena hidratación. Una lubrificación adecuada mediante una capa delgada de mucosa es necesaria para que las cuerdas puedan vibrar eficientemente. Es conveniente aportar entre litro y medio y dos litros de líquidos al día. El alcohol, la cafeína, los ambientes secos y ciertos medicamentos no favorecen esta hidratación.

Respetar las horas de sueño. La voz es muy sensible a la falta de sueño. Dormir menos de seis horas produce cansancio. Y el agotamiento nos predispone a sufrir alteraciones vocales.

Pensárselo antes de gritar. La tensión psicológica aumenta el grado de contracción de las cuerdas. Los gritos y voces suelen generar lesiones, en algunos casos hemorrágicas o traumáticas, e incluso pueden facilitar la aparición de nódulos.

Evitar la tos y el carraspeo. Toser con fuerza y carraspear para aclararse la voz son acciones traumáticas para las cuerdas vocales. Una de las causas más frecuentes de la tos y del carraspeo es el moco espeso adherido a las cuerdas. La mejor estrategia es respirar lo más profundo posible, mantener un momento la respiración e ir pronunciando con los labios la letra H, silenciosa y forzada mientras se exhala el aire.

Adiós al tabaco. El humo del tabaco es un poderoso enemigo, pues provoca irritación y sequedad. Fumar más de cinco pitillos al día favorece la aparición de metaplasias o cambios lesivos en la mucosa, que pueden ser benignos o malignos.

Buena salud, dieta y ejercicio. Un buen estado de salud general facilita mayor resistencia a los esfuerzos vocales. Una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico moderado aumentan la capacidad pulmonar. El aire es el elemento energético de la voz.

Disfonías de más de 15 días. Las disfonías o alteraciones de la voz (ronquera, afonía…) que duran más de 15 días pueden sugerir una alteración estructural en las cuerdas vocales, y esto favorece en ocasiones la aparición de cáncer. Es necesario prevenir y acudir al especialista.

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