_
_
_
_

Inimitable, insustituible

Ha sido el invento más fantástico de la Cambra del Llibre de Catalunya. Nació el 7 de mayo de 1926, pero en 1931 se trasladó al 23 de abril porque coincidía con el aniversario de la muerte de Cervantes y con Sant Jordi, patrón de Cataluña. Es el triunfo de la sociedad civil y la fiesta popular más espontánea, aunque los libreros, los autores y los editores se dejan la piel.

Barcelona ha envidiado desde siempre la Feria del Libro de Madrid, y la capital de España intenta reproducir desde hace años la gloria del libro y la rosa. Sant Jordi es una explosión inimitable e insustituible, tiene una magia que sorprende cada 23 de abril a propios y extraños. Todos quieren estar en Barcelona y, afortunamente, esto no lo para ni Dios. A algunos, muy pocos, autores catalanes les molesta la festiva invasión y la proliferación de autores mediáticos. No tienen nada que hacer. Sólo quedarse en casa. Sant Jordi en Barcelona es una cita obligatoria, como la de Madrid. Y nos gusta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_