El comisario Mandelson estuvo invitado en el yate de un gran accionista de Microsoft
Los socialistas exigen que Durão Barroso dé explicaciones ante el Parlamento Europeo
Las vacaciones de los comisarios europeos están dando estos días bastantes quebraderos de cabeza en Bruselas. A las críticas contra el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, por haber pasado con su familia varios días en el yate del banquero y armador griego Spiros Latsis se sumó ayer la noticia de que el comisario británico Peter Mandelson aceptó acudir a una fiesta en el barco de Paul Allen, segundo accionista de Microsoft. Barroso dio ayer explicaciones por teléfono al presidente del Parlamento, Josep Borrell, pero los socialistas exigen que comparezca.
"No hay ningún conflicto de intereses" y "se trata de actos relativos a su vida privada". Son las frases que estos días repiten los portavoces de la Comisión. Sin embargo, la bola de nieve aumenta a medida que se conocen más detalles después de que esos mismos portavoces restaran toda importancia al caso cuando se difundió, el pasado lunes.
El origen es una pregunta del eurodiputado británico Nigel Farage, del euroescéptico partido UKIP, quien el pasado febrero se interesó por las invitaciones aceptadas por los 25 comisarios en sus vacaciones. La Comisión no difundió la respuesta hasta el lunes, y lo hizo cuando el diario alemán Die Welt publicaba que Barroso había pasado seis días de agosto en el yate de Spiros, quien figura entre las 60 mayores fortunas del mundo. "Un amigo de Barroso desde hace 25 años", según dijo la portavoz del presidente de la Comisión. Spiros, añadió, no ha tenido ninguna relación contractual con la Comisión... "hasta donde yo sé", añadió.
El mismo día se difundió que el comisario Mandelson había aprovechado un viaje oficial a Guyana durante las últimas navidades para pasar varios días en el Caribe "con unos amigos", según los mismos portavoces, que se negaron a dar más detalles por tratarse de "un asunto privado".
El miércoles pasado, nuevo dato: Spiros sí había tenido relaciones contractuales con la Comisión, porque los fondos regionales destinados a Grecia (28.000 millones entre 2000 y 2006) pasaban por uno de sus bancos, el Eurobank, aunque este año Bruselas ha elegido ya otro banco para esa misión. Ese mismo día, el líder de los socialistas en la Eurocámara, el alemán Martin Schulz, exigió la comparecencia de Barroso en el Parlamento.
Y ayer, nuevo dato, publicado esta vez por diarios británicos: Mandelson, comisario de Comercio, asistió a la fiesta de fin de año a bordo del superyate Octopus, propiedad de Paul Allen, segundo accionista de Microsoft. La multinacional fundada por él y Bill Gates mantiene un interminable litigio con la Comisión, que el año pasado le impuso una multa de 497,2 millones de euros.
La portavoz de Mandelson aseguró que a la fiesta asistieron más de un centenar de personas y que el comisario no habló de negocios con Allen.
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