Siete nuevos imputados por los atentados en los trenes

La actividad en el Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional, que tramita sumario del 11-M está resultando febril esta semana. Además de los reconocimientos en rueda de algunos de los detenidos, el juez ha tomado declaración a siete nuevos imputados por su presunta colaboración con los miembros del comando que colocó las bombas en los trenes de la muerte. También ha tomado nueva declaración a antiguos imputados. El sumario tiene ya 120 tomos y el número de imputados asciende a 97.

Lo más significativo es la imputación de Driss Chebli, cuñado de los hermanos Chedadi y presunto miembro de la célula española de Al Qaeda, al que se juzgará el próximo viernes por su presunta colaboración en los atentados contra las Torres Gemelas, de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001. Se desconoce hasta el momento su grado de implicación en la trama del 11-M, aunque es familiar de algunos de los imputados y conocido o amigo de la mayoría.

El lunes declaró un joven minero asturiano, cuya implicación en los hechos no parece revestir gravedad, si bien declaró como imputado para garantizar mejor sus derechos.

Igualmente declararon el martes los presuntos autores materiales de los atentados Basel Ghalyoun y Fouad el Morabit, a los que Rabei Osman, alias Mohamed el Egipcio, ha imputado directamente.

El menor de edad, único condenado hasta el momento por haber participado en proporcionar explosivos a los islamistas, también ha declarado esta semana sobre la participación de otros imputados.

Por último, otros cinco nuevos imputados, todos ellos marroquíes, declararon ayer sobre su implicación en los hechos. Uno de ellos quedó en libertad, aunque el juez mantiene su imputación y ha ordenado que se le tomen muestras de ADN para cotejarlo con el hallado en la casa de Chinchón donde se montaron las bombas.

Sala de vistas nueva

El Ministerio de Justicia ha dotado temporalmente a la Audiencia Nacional de una sede en la Casa de Campo de Madrid, donde está previsto que se celebren tres macrojuicios. El primero será el de la célula española de Al Qaeda, que se inicia este viernes, y seguirá el del entorno financiero y mediático de ETA. El edificio es un antiguo pabellón que ha sido rehabilitado y acondicionado en tres meses y dotado de los medios de seguridad y los avances tecnológicos necesarios para este tipo de juicios.

El recinto ha sido arrendado por el Ministerio de Justicia a la empresa municipal Campo de las Naciones por 280.000 euros al año. Las obras de acondicionamiento han costado 900.000 euros, a lo que hay que añadir el mobiliario y el material informático.