Acústicamente saturados

Las ZAS (zonas acústicamente saturadas) son las áreas urbanas sujetas a una atención especial derivada del exceso de ruido. Suelen ser barrios con intensa vida nocturna, repletos de bares de copas y discotecas en los que la diversión convive con el sufrimiento de buena parte de los vecinos. A juicio de los resultados de un informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística sobre los problemas de ruidos en viviendas, quizás no sería demasiado descabellado considerar a Valencia como una PAS (Provincia Acústicamente Saturada). Esta provincia es la única de toda España en la que hay más de un 40% de hogares -el 40,8%- que declaran tener problemas de ruidos. De acuerdo con el censo de población y vivienda de 2001 elaborado por el INE, en el que se introducían preguntas sobre los principales problemas de los hogares, los valencianos fueron quienes de forma más mayoritaria se refirieron a esta cuestión. Frente a esta tasa, el 32,6% de los inquilinos de las viviendas de la provincia de Alicante declararon tener también problemas de ruido, mientras en Castellón fue el 32,1%. Estas cifras, pese a ser inferiores a la de la provincia de Valencia, no dejan de ser relativamente elevadas, ya que sólo 14 provincias se encuentran en porcentajes de queja de entre el 30% y el 40% de la población, entre ellas Castellón y Alicante.

El informe recorre también las principales ciudades de España. La que cuenta con una tasa más elevada de viviendas molestas por ruido es Cádiz, con un 49% de hogares. Muy cerca está, de nuevo, Valencia -esta vez, ciudad- con el 48,5%, es decir, prácticamente uno de cada dos hogares consultados. Huelva y Málaga presentan cifras de de 47,8%, y se encuentran en los puestos de cabeza de este peculiar hit parade. El resto de ciudades de la Comunidad Valenciana reflejadas son Alicante (44,5%), Elche (34,9%) y Castellón (40,8% de las viviendas admiten tener problemas de ruido). Madrid tiene una tasa del 36,5%, Barcelona del 40,7%, Bilbao del 38,1% y Sevilla del 44,1%. La más silenciosa a juicio de este estudio es Soria (10,4%), seguida de Lugo (11,2%) y Zamora (11,6%).

Esta serie de datos se han incluido en un informe monográfico sobre contaminación acústica elaborado por el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, cuyas principales conclusiones se reflejan en la revista mensual de la institución que incluye un mapa del ruido. En el artículo, Múgica apunta que el ruido "no es una carga social que no tengamos más remedio que soportar, sino un fenómeno al que hay que hacer frente, si se quiere que los ciudadanos logren los niveles posibles de bienestar propios de una sociedad avanzada". El informe -accesible en www.defensordelpueblo.es- dedica casi la mitad de su extensión al control del ruido en el ámbito municipal y subraya las dificultades que encuentran los entes locales ante la falta de medios y recursos para impedir el ruido en las ciudades. "No existe el derecho a hacer ruido", insiste Múgica y recuerda que el derecho al descanso es básico.

En la revista aparece un mapa del ruido elaborado por www.ruidos.ong. Su responsable, Francisco Morales, destaca la validez del trabajo del INE y la necesidad de atajar el problema. Además, lamenta que ayuntamientos y comunidades autónomas vayan a gastar "millones de euros para medir los decibelios para cumplir las directivas europeas" cuando el trabajo "ya está hecho y es gratis".