El portavoz del PP de Alicante vota contra su grupo en la adjudicación de 15.000 viviendas

La división en el gobierno municipal de Alicante del PP se mostró ayer de nuevo con toda su crudeza. El portavoz del gobierno local, el zaplanista Pedro Romero, se alió con los socialistas en una de las votaciones más relevantes de este año: la adjudicación del desarrollo urbanístico de 240 hectáreas en el oeste de la ciudad, en la zona de Rabassa, donde los principales constructores valencianos pugnan por constuir 15.000 casas. Ante la disidencia en su grupo, el alcalde, Luis Díaz Alperi, aplazó el pleno convocado el lunes para adjudicar el plan urbanístico.

Además de la batalla política en el seno del PP, sobre este plan urbanístico se mantiene un guerra empresarial entre las principales constructoras valencianas. Tres grandes alianzas pujan por el desarrollo de las 240 hectáreas (15.000 viviendas): Gestión de Ambientes Residenciales SL (Grupo Murcia Puchades, Ballester y Luis Batalla, entre otros), Gestión y Promoción Espaiverd SL (Cyes, Banco de Valencia y otros) y Viviendas Sociales del Mediterráneo (Grupo Ortiz, CAM y Hormigones Martínez).

Esta última unión de empresas es la mejor puntuada por los técnicos municipales y la que ayer obtuvo el dictamen favorable de adjudicación en la Gerencia de Urbanismo. Ese órgano cuenta con cuatro representantes del gobierno local, entre ellos el portavoz Pedro Romero, dos del grupo socialista y uno de Esquerra Unida. Romero pidió un aplazamiento y, ante la negativa de la responsable de la Gerencia, la edil de Urbanismo Sonia Castedo, se alió con los socialistas y pidió que constara su abstención.

Posteriormente, en la Junta de Portavoces, el alcalde, informado de la disidencia de su portavoz, decidió aplazar el pleno del lunes que iba a aprobar la adjudicación.

Para el portavoz del grupo socialista, Blas Bernal, la abstención de Romero fue un "esperpento". A su juicio, se trata de un capítulo más de la "batalla interna" del PP alicantino, el cual aviva el fantasma de la división" de este grupo.

Los socialistas consideran que el proyecto de Ortiz es el mejor de las tres alternativas, aunque requiere diversas correcciones y mejoras. Bernal argumentó ayer al alcalde que necesita más tiempo para estudiar la documentación sobre el plan parcial. "Pedimos una semana más para posicionarnos en el pleno", dijo. Aunque reiteró que quiere evitar "entrar en la batalla del PP", Bernal apeló a la "valentía" del portavoz popular para que explique los motivos de su inesperada decisión.

El grupo socialista considera que los hechos de ayer vuelven a demostrar que el PP utiliza las instituciones "para dirimir sus cuitas internas" y también refleja la "incapacidad del alcalde de hacer que su grupo anteponga los intereses de los ciudadanos a los partidistas" y que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, "no tiene fuerza para que la situación en Alicante se pueda reconducir".

El proyecto de Rabassa prevé además de las viviendas un parque urbano de 1,5 millones de metros cuadrados, 700.000 metros de equipamientos, y un millón en viarios. El proyecto de Ortiz y la CAM incluye el compromiso de construir más de la mitad de la viviendas, el 53%, en régimen de protección oficial y en menos de tres años.