Nicole Kidman entra en Naciones Unidas

A los ojos de Sydney Pollack, realizador conocido por extraer algunas de las mejores interpretaciones de estrellas como Robert Redford, Meryl Streep, Jane Fonda, Dustin Hoffman o Barbra Streisand, sólo Nicole Kidman podía protagonizar La intérprete, su último thriller tras seis años de ausencia como director y la primera película rodada en la sede de las Naciones Unidas en la historia de este organismo internacional. "Nadie como ella para interpretar a una mujer sofisticada y a la vez profesional, alguien que va por libre pero cuya entrega está garantizada, una persona que lleva consigo la sombra de un pasado pero que añade una gota de exotismo al presente", detalla aunando en una misma respuesta las características de su actriz y de la protagonista de su película. Kidman, 36 años, ganó un Oscar por Las horas y es una de las actrices más cotizadas y admiradas del momento.

"En 'Embrujada' todo es creer en el amor y en la ilusión de sentirse enamorada"

"Sean Penn es extremadamente generoso como actor. Soy afortunada"

La actriz ya conocía a Pollack, de 70 años, pues trabajaron juntos, como actores los dos, en la última película de Stanley Kubrick, Eyes wide shut. Kidman alaba el trabajo de su compañero de reparto en La intérprete, Sean Penn: "Es extremadamente generoso como actor, lo mejor que puedes pedir cuando trabajas con alguien. Soy afortunada porque he tenido la suerte de trabajar con los mejores", dice.

Para Pollack, son dos tipos completamente opuestos de interpretación. "Nic, como quien dice, se deja llevar por el impulso mientras que Sean es más cerebral, le gusta conocer todo lo que va a pasar para estar seguro de sus parámetros. Pero ambos funcionaron juntos a la perfección", afirma. Esta perfecta mezcla concluyó nada más acabar el rodaje: Penn, habitualmente parco con los medios de comunicación, no ha querido participar en la promoción del filme y ha dejado en manos de Kidman la tarea de hablar con la prensa. "Me siento orgullosa de lo que hago y me gusta explicar las razones que me han llevado a escoger un proyecto. Además, cada persona tiene su relación con la prensa", señala la actriz, cuyo divorcio de Tom Cruise así como sus rumoreados idilios con Lenny Kravitz o con Steve Bing la mantienen siempre al frente de la prensa del corazón. Todo son alabanzas hacia su trabajo con Penn, al que considera "junto con Russell Crowe" el mejor actor de su generación.

Además de Penn, Kidman ha contado en La intérprete con otro protagonista en el edificio de las Naciones Unidas, por primera vez a disposición de las cámaras. Ni tan siquiera el popular filme de Alfred Hitchcock Con la muerte en los talones consiguió este honor que ahora, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, finalmente concedió a Pollack. "No puedo decir que supiera mucho de la ONU más allá de que existía, pero en estas semanas he aprendido a conocer la organización, su historia y la gente que allí trabaja y cuentan con todo mi respeto, en especial en estos momentos en los que son motivo constante de críticas. Como dice mi personaje en el filme, creo en la diplomacia silenciosa", señala la actriz, dispuesta desde hace años a llevar sus ideas a la práctica. Para ello ha volcado sus esfuerzos benéficos a favor de la salud infantil, mediante su colaboración con Unicef. La organización internacional aceptó la oferta de la actriz para visitar las zonas del sureste asiático más afectadas por el maremoto, un viaje que tendrá lugar hacia mediados de año "o cuando me necesiten porque al principio las catástrofes tienen toda la atención de los medios, pero luego la gente se olvida y es entonces cuando te necesitan".

Kidman ha facilitado la financiación de diversas investigaciones relacionadas con el cáncer de ovarios. Su madre, Janelle, fue diagnosticada de cáncer de mama en 1984. "Como actriz no creo que pueda ofrecer soluciones a los problemas del mundo, pero cuando por la razón que sea disfrutas de una posición en la que la gente te escucha debes de aprovecharlo y dar tu apoyo a esas dos o tres causas que hagas tuyas", resume.

Católica reconocida, religión que considera el centro de la educación que recibió de su familia, la actriz admite que este credo sigue ocupando una parte importante de su vida. "Trato de ir a misa, a confesión y profeso la fe", afirma en medio de una industria más acostumbrada a las declaraciones de judíos, cienciólogos o agnósticos. Kidman aprovecha este inciso para señalar su pesar ante el reciente fallecimiento de Juan Pablo II. "Incluso entre aquellos que no estuvieron de acuerdo con el Papa hay un sentimiento de pérdida porque era un hombre que defendía algo en este mundo y no quedan muchos de esos hoy en día".

En su continua búsqueda de cambio, Kidman ha seguido su trabajo en La intérprete con la adaptación a la gran pantalla de la serie Embrujada. "Otro guión fascinante y loco, justo a mi medida. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien. Te cansarás de verme arrugar la nariz", dice casi como si fuera una amenaza lo que se espera sea uno de los taquillazos del verano en Estados Unidos. La película, que protagoniza junto a Will Ferrell, a las órdenes de Nora Ephron, es en su opinión el equilibrio perfecto a la seriedad de sus últimos trabajos. "Han sido muy importantes para mí, pero incluso en La intérprete hablamos de personas que afrontan su dolor y el sentimiento de pérdida. Y en Embrujada todo es creer en el amor y en la ilusión de sentirse enamorada. Además de mover la nariz", admite ilusionada.