Zapatero: "El cambio ha empezado gracias a la gente"
El presidente ofrece al PP acuerdo territorial y un gran pacto educativo
En España ha empezado el cambio en política económica, social, territorial y en materia de libertades, "pero lo mejor está por venir". Estas palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, resumen su punto de vista respecto al primer año de Gobierno. El líder socialista hizo un exhaustivo relato de iniciativas pero, sobre todo, punteó los proyectos previstos que tendrán su desarrollo a lo largo de los próximos tres años. No hubo autocrítica pero sí enfatizó, ante los diputados y senadores del Grupo Parlamentario Socialista, la necesidad de "rectificar" cuando sea necesario, "encajar las críticas con deportividad y talante" y tomarlas en cuenta. Del discurso de Zapatero, en el que reiteró que "el cambio ha comenzado gracias a la gente, gracias a los ciudadanos que lo impulsan" y, además, sin dejar "que los problemas se pudran", como el caso de los astilleros de Izar.
No puede encontrarse atisbo de descontento con la labor de algún ministro. Todo lo contrario. Si en las últimas horas la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, ha recibido críticas, el presidente se extendió singularmente en la política de ese ministerio, con recordatorio de los miles de metros cuadrados de suelo, procedente de terrenos de Defensa o de Renfe, que el Gobierno central ha puesto a disposición de los ayuntamientos para construir 28.000 viviendas protegidas. Casi 110.000 personas se han beneficiado de "alguna de las ayudas" para vivienda. La economía española ha crecido un 3% y seguirá creciendo por encima de la media europea.
Cooperación internacional
En Política Exterior también se regodeó. "Lo primero que hemos hecho es mejorar la relación con los vecinos: Francia, Portugal y Marruecos". Algunos, para él, "por mirar más lejos se olvidan de los cercanos". Pero más satisfacción mostró en la política de cooperación internacional, que dirige, junto al ministro Miguel Ángel Moratinos, la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín. Zapatero anunció que en los Presupuestos del próximo año se dedicará un 0,4% a este capítulo.
Zapatero aseguró que buscará el consenso del PP para las reformas territoriales y los ya conocidos cuatro capítulos constitucionales "a pesar de las dificultades de algún partido para asumir reformas", dijo. "No se puede gobernar contra las comunidades autónomas", señaló, para anunciar el afán negociador del Gobierno para afrontar la financiación autonómica.
Pero la novedad fundamental vino cuando anunció su interés en alcanzar un "gran pacto social" en educación. "Tenemos voluntad de acuerdo para la Ley Orgánica de la Educación, nos tomaremos el tiempo que sea necesario, buscaremos el diálogo y el acuerdo porque lo quieren los profesores, los padres, y es bueno para los estudiantes: espero que todo el mundo esté a la altura de la responsabilidad", confió. Después, a puerta cerrada, le preguntaron qué ocurriría con la enseñanza de la Religión y respondió ambiguamente que esa materia forma parte del diálogo, aunque también aludió al programa electoral socialista.
En otra pregunta sobre partidas presupuestarias de Juan Antonio Barrio de Penagos, señaló que "habrá que empezar a asumir la deuda de RTVE". Investigación e innovación tendrá un incremento notable. Especialmente satisfecho salió de la reunión el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, porque se llevó piropos directos del presidente por su apoyo a los españoles residentes en el extranjero, incluidos Los niños de la guerra, pero también por la evolución del empleo, la subida del SMI (salario mínimo interprofesional) y las políticas sociales. En un año ha habido 500.000 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social. Zapatero recordó la estrella de su programa, la llamada Ley de Dependencia, que ayer denominó "Ley de Autonomía Personal", y que marcará "un hito" en la historia de España. El ministro de Trabajo y su secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce, tienen muy avanzada la ley, de suerte que podrá estar en el Congreso en el mes de septiembre.
No habló, sin embargo, de inmigración. Aunque la intervención de Zapatero fue coronada con un prolongado aplauso, su relato fue interrumpido con ovaciones cuando se refirió a la salida de las tropas de Irak y a "su acierto" por nombrar a María Teresa Fernández de la Vega vicepresidenta. El aplauso vino de inmediato y ella, sentada junto a Zapatero, sonrió. El presidente hizo un largo capítulo de "agradecimientos", desde luego a los diputados y senadores, a los ciudadanos, a los colectivos sociales, a los sindicatos, a los empresarios y a los jóvenes. La portavoz adjunta Carmen Sánchez, a puerta cerrada, le pidió que hiciera balance del PP. "Me siento incapacitado para valorar insultos y vídeos", en referencia al elaborado por FAES, fundación que preside Aznar, sobre el 11-M.
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