Alemania congela las pensiones en 2006 por segundo año consecutivo

Los casi 20 millones de jubilados alemanes tendrán que conformarse el próximo año con la misma pensión que éste, según decidió ayer el Consejo de Ministros. Se trata del segundo año consecutivo que las pensiones no aumentan en Alemania.

Esta última congelación era algo esperado. La ministra de Salud y Seguridad Social, Ulla Schmidt, había advertido ya hace dos semanas de que no sería posible el aumento debido al estancamiento de los salarios. En los estados federados del oeste del país los sueldos aumentaron sólo un 0,12%, mientras que en la antigua República Democrática Alemana (RDA) lo hicieron un 0,21%.

Si se aplica la fórmula habitual para calcular las pensiones, el resultado era este año incluso negativo. Sin embargo, una cláusula denominada "factor de sostenibilidad" impide por ley que las pensiones bajen.

La congelación aprobada ayer por el gabinete tendrá que pasar por sendas votaciones en ambas cámaras parlamentarias, donde la aprobación se considera segura, ya que no se trata de una decisión política, sino del resultado de un cálculo establecido. La medida, que no afecta a los funcionarios, abarca al periodo comprendido entre el 1 de julio de 2005 y el mismo día de 2006.

Los pensionistas no dispondrán mensualmente del mismo dinero que en el año anterior. En la práctica, su poder adquisitivo se reduce por un aumento de la contribución al seguro de salud del 0,45% y un suplemento extraordinario al seguro de asistencia a personas dependientes. Esto por no mencionar los efectos normales del encarecimiento de la vida.

Coyuntura económica

El diario Bild am Sonntag citaba el domingo al economista Bernd Raffelhüschen, que aseguraba: "Los pensionistas se van a tener que hacer a la idea de que su renta no aumentará en los próximos cinco años", a no ser que la coyuntura económica dé un salto "sorprendentemente fuerte".

Muchos expertos comparten su pesimismo porque la reserva de las pensiones registra un agujero alarmante. El déficit se estima entre 2.000 y 3.000 millones de euros este año. Dado que los empleos que cotizan a la seguridad social no dejan de disminuir desde hace varios años y que no habrá una subida de la cotización al seguro de pensiones en el año electoral (2006), todo apunta a que el Gobierno alemán tendrá que recurrir a algún plan de emergencia para tapar el agujero en un futuro no muy lejano.

De momento, el Gobierno sigue mirando al cielo en espera del maná y confía en que el asunto quede resuelto gracias a un inesperado tirón de la economía, algo improbable después de que la Comisión Europea revisara a la baja su pronóstico de crecimiento para Alemania en 2005 del 1,5% al 0,8%.