Cuatro detenidos por secuestrar durante 24 horas a un empresario en Córdoba
La policía acusa a otro industrial de inducir el crimen por una deuda
La policía detuvo la semana pasada a cuatro personas, tres españolas y una eslovaca, acusadas de secuestrar durante 24 horas a un constructor extremeño y radicado en Córdoba. El presunto inductor del crimen fue otro industrial a quien la víctima debía 198.000 euros, según la policía. Los secuestradores encerraron al empresario en un zulo de una finca situada en el término municipal de Montoro, donde fue torturado.
El pasado seis de abril, Jesús R. G. acudió a una cita concertada telefónicamente. Según fuentes de la investigación, cuando llegó al lugar indicado, Jaroslav Losiar, natural de Eslovaquia, y los españoles Miguel Ávalos y Pedro Pérez lo introdujeron "a punta de pistola" en la furgoneta de la víctima y le taparon la cara con un pasamontañas. Condujeron al empresario hasta una finca situada en la carretera que une Montoro y Villa del Río. Allí, lo encerraron en un zulo de 1,3 metros de ancho y otros tantos de alto, donde la víctima sólo podía permanecer en cuclillas.
El supuesto motivo del secuestro fue una deuda de 198.000 euros que la víctima había contraído con David Muñoz Gaitán, empresario también radicado en Córdoba. Según fuentes de la investigación, al ver que la deuda no era sufragada, el acusado acudió a Jaroslav para que retuviera al moroso hasta lograr el dinero.
Durante el secuestro, el empresario dijo a sus captores que no disponía de la cantidad en efectivo y se comprometió a saldar la deuda con materiales de construcción. Pero el otro empresario ordenó a Jaroslav y su banda que no aceptaran la oferta y que siguieran "apretándole fuerte" y no dudasen en "quitárselo de en medio", según un comunicado remitido ayer por Dirección General de la Policía.
Finalmente, el eslovaco dejó en libertad a la víctima tras 24 horas de rapto en la carretera que une Montoro y Adamuz. Fuentes próximas al caso barajan la hipótesis de que el retenido llegase a un acuerdo económico paralelo con los captores, aunque este aspecto no está esclarecido totalmente.
Tras ser liberado, el empresario explicó a los agentes, que ya habían abierto una investigación tras la denuncia de uno de los hermanos de la víctima el día de su desaparición, cómo fue secuestrado por varios individuos, uno de ellos con acento del Este.
Las primeras detenciones se produjeron el 8 de abril en Villa del Río, cuando Jaroslav y Pedro Pérez estaban telefoneando desde una cabina. Dos días después, cayeron los otros dos acusados. La finca en la que estuvo retenida la víctima era propiedad del empresario supuestamente inductor del secuestro.
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