Teólogos progresistas piden que sean los obispos quienes elijan al pontífice

"El nombramiento del Papa lo debiera hacer el sínodo de obispos", reclamó ayer la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII en una declaración en la que se juzgan las luces y las sombras del pontificado del polaco Juan Pablo II. En la actualidad, la Iglesia católica cuenta con 4.695 obispos, además de 405.058 sacerdotes, 30.097 diáconos, 54.828 religiosos no sacerdotes, 782.932 religiosas (de las cuales, 51.371 son monjas de vida contemplativa), 28.766 miembros de institutos seculares, 143.745 misioneros laicos y 2.767.451 catequistas. Frente a ese ingente número de personas comprometidas en la actividad pastoral, la elección del Papa está en manos de un colegio cardenalicio de 117 prelados con derecho a voto y una edad media de 75 años.

Los teólogos de la Asociación Juan XXIII piden la "eliminación" del colegio cardenalicio, pero también de otras estructuras jerárquicas consolidadas, como las nunciaturas del Estado de la Santa Sede en cada país. "El Papa debiera de renunciar a ser jefe de Estado", dicen. También sostienen que "deberían delegarse funciones hasta ahora papales en las conferencias episcopales, simplificar la curia romana, dar entrada a hábitos democráticos que faciliten la participación de todos los católicos, revisar el procedimiento para nombrar obispos y los modos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, permitir la ordenación de personas casadas, aceptar el ejercicio de la mujer en la Iglesia a todos los efectos y tomar en serio el ecumenismo tanto en los gestos como en la práctica".