El juicio contra el magnate ruso Jodorkovski queda visto para sentencia
Emocionado y con voz vibrante, que a veces parecía quebrarse, el multimillonario que se atrevió a desafiar al Kremlin con sus ambiciones políticas, hizo una valiente defensa de sus posiciones, ganándose los aplausos de quienes asistían al juicio.
"Todo el país sabe por qué me metieron en la cárcel: para que no obstaculizara el saqueo de Yukos. Influyentes personas se propusieron eliminar paso a paso la petrolera con el propósito de apoderarse de la floreciente compañía, mejor dicho, de sus ganancias", señaló ayer Mijaíl Jodorkovski. Está previsto que el juez dicte la sentencia contra el fundador de Yukos el próximo 27 de abril.
Jodorkovski, que recordó que después de su encarcelamiento la fuga de capitales desde Rusia había aumentado en seis veces, rechazó todos los cargos. Sobre los numerosos delitos que se le imputan declaró: "Todo eso no son más que mentiras, de principio a fin".
"No tengo ni yates, ni coches de carreras, ni palacios, ni clubes de fútbol. He sido un oligarca poco común, distinto, y precisamente por eso las autoridades no sólo me han quitado Yukos, sino que me mantienen en la cárcel desde hace más de un año". Jodorkovski, que, como dijo, destinaba millones de dólares a actividades de beneficencia, aseguró estar orgulloso de sus últimos 15 años de trabajo. "Sinceramente, trataba de trabajar en bien de mi país y no para mi bolsillo. Todo lo que ahora me queda es la conciencia de que la razón me acompaña, que la verdad está de mi lado; mi prestigio de hombre de negocios y mi firme voluntad", dijo el ex presidente de Yukos, quien acusó a los jueces de actuar de acuerdo con instrucciones del Kremlin y la fiscalía.
"Quiere mucho a su patria"
Marina y Borís Jodorkovski, los padres del oligarca, declararon a la salida del juicio que no les asombró el hecho de que su hijo hablara sobre Rusia. "Quiere mucho a su patria, así lo educamos y por eso no quería abandonar el país", dijo el padre. Las autoridades dieron varias oportunidades a Jodorkovski antes de detenerlo para que abandonara el país, pero él insistió en que no lo haría y que prefería convertirse en un preso político. Amnistía Internacional divulgó ayer una declaración en la que se señala que "la detención y el juicio contra ex presidente de la compañía Yukos, Mijaíl Jodorkovski y otras personas relacionadas con la petrolera tienen un importante aspecto político".
El acoso contra Yukos y sus dirigentes comenzó, como señalan numerosos observadores, después de que se acusara a Jodorkovski de tener un plan para controlar el Parlamento -asegurando el triunfo de los candidatos que designarían los oligarcas para las elecciones de diciembre del 2003- y de preparar una figura que en el 2008 pudiera ganar las presidenciales.
El fiscal Dimitri Shojin pide 10 años de cárcel para Jodorkovski y Platón Lébedev, el dirigente de Menatep, la principal accionista de Yukos, que está siendo juzgado junto con Jodorkovski.
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