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El FMI cree "permanentes" los elevados precios del petróleo en los próximos años

Un barril a 80 dólares afectará el crecimiento, pero la recesión no sería como la de 1974

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima en su Informe Económico Mundial de primavera que las subidas de los precios del petróleo del último año y medio se mantendrán en los próximos años en un mercado con fuerte volatilidad, lo que supondrá un "serio riesgo para la economía global". Las subidas, según el capítulo del petróleo y otros anticipados ayer en Washington, se explican por la merma en la capacidad de producción excedentaria de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y por la falta de inversiones de la industria petrolera.

Hay una anécdota que ilustra cómo se guardan la ropa en el FMI a la hora de hacer previsiones del precio del petróleo. Ayer, en una conferencia de prensa telefónica, el consejero económico y director de investigación, Raghuram Rajan, fue preguntado por el nivel de precio del barril durante 2005. El economista miró la cotización en el mercado de futuros del petróleo en los periódicos del pasado miércoles y explicó que ése era el mejor indicador. La previsión, pues, para 2005, concluyó, es de 52,35 dólares por barril. Según el mercado de futuros, razonó Rajan, el shock "permanente" de los precios "va a continuar".

En otros términos, el FMI interpreta que la subida del 40% en 2004 y del 35% en lo que va de 2005 no ha sido momentánea, reflejo de una situación pasajera en los mercados. "El mercado permanecerá tenso en los años venideros, y precios elevados y volátiles continuarán representando un serio riesgo para la economía global", dijo.

El principal motivo, según explicó, es el siguiente: la capacidad de producción excedentaria (por encima de la demanda) de los países petroleros se sitúa en estos momentos a niveles históricamente bajos -1,5 millones de barriles por día contra 5 millones de barriles por día en 2002-, un proceso que continuará. "En un mercado de petróleo tan ajustado, cualquier interrupción o problema en la oferta, o movimientos inesperados en la demanda, puede provocar fuertes cambios en los precios", dice el informe.

Rajan señaló que la demanda ha sufrido cambios significativos en los últimos años como resultado, por ejemplo, del aumento del nivel de vida en países que han irrumpido con fuerza. "China está alcanzando la fase del producto interior bruto per cápita en la que la demanda de transporte va a explosionar porque hay cada vez más gente que comprará coches", ejemplificó Rajan.

Otra de las razones de la subida tiene que ver con los cambios estructurales en la industria del petróleo. "Parte de las razones de la subida de precios se debe también al hecho de que la inversión -en exploración, transporte y refino- ha estado poco animada en el pasado. No sólo hay un gran desfase en la actual corriente de inversiones, sino que a raíz de la volatilidad de los precios y dificultades de regulación, la respuesta de la inversión a los actuales altos precios no ha sido vigorosa".

En otro de los documentos difundidos, el FMI examina los impactos de los precios del petróleo, mucho más altos que la banda de 55-58 dólares por barril de las últimas semanas.

Los resultados de un modelo de simulación sugieren, dice el informe, que "una subida de los precios del petróleo a unos 80 dólares por barril -muy improbable a menos que haya un acontecimiento imprevisible- tendrá efectos adversos considerables en la mayoría de los países, pero también ilustran que es poco probable que una subida como la apuntada arrojará la economía mundial a una recesión comparable con la que siguió a los shocks de los años setenta".

El resultado de un barril a 80 dólares, según el modelo aplicado, reduciría "el crecimiento de Estados Unidos alrededor del 0,8% durante el primer año, con efectos más pequeños para el área del euro, Japón, Reino Unido y los países industriales. En la Unión Europea la economía pasaría del 1,6% de crecimiento previsto para 2005 al 1%, seis décimas menos.

Remesas de inmigrantes

El equipo economistas del FMI ha dedicado un primer esfuerzo a lograr una radiografía de la importancia económica de los inmigrantes. Según el informe, las remesas de trabajadores inmigrantes a sus 90 países de origen, todos ellos en vías de desarrollo, alcanzaron los 100.000 millones de dólares. La cifra representó el 50% del total de los flujos de capital, o el 1,4% del PIB agregado.

El estudio subraya que para muchas de esas naciones, las remesas se han convertido en la fuente de ingresos individualmente más importante de divisas, sobrepasando a las exportaciones, la ayuda oficial, inversión extranjera directa y otros flujos de capital privado. México, por ejemplo, ingresa unos 15.000 millones anuales por remesas, una cifra que parece infravalorar los ingresos reales.

Estados Unidos sigue siendo la principal fuente de la cual los trabajadores envían sus remesas a los países de origen: 30.000 millones de dólares anuales. Cuatro veces más que hace 15 años.

Según explicó el economista Raghuram Rajan ayer en su conferencia telefónica, las remesas se caracterizan por su estabilidad -son enviadas tanto en épocas de vacas gordas como flacas-, por lo cual hacen de amortiguador ante shocks adversos, tales como guerras o desastres naturales.

El informe sugiere reforzar las remesas mediante la reducción de costes de los envíos, así como el uso cuidadoso de legislación antiterrorista para evitar que utilicen la vía del mercado negro.

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