Bilbao dejará de exigir el pago de multas pendientes para obtener la tarjeta de la OTA
Dos años después de su implantación, el Ayuntamiento de Bilbao prevé modificar la ordenanza que obliga al pago de multas de tráfico pendientes para facilitar la tarjeta de la OTA (aparcamiento limitado) a sus vecinos. Un informe del Ararteko, que recomendaba exigir para ello sólo el pago del Impuesto de Circulación, ha llevado a las autoridades locales a cambiar la normativa, que convertía además a Bilbao en la única de las tres capitales vascas con tales requisitos para poder acceder a la tarjeta de aparcamiento. Un portavoz oficial dijo que los cambios se llevarán a la comisión municipal correspondiente y, luego, al pleno y hasta entonces "no se va a comentar nada".
La medida se halla en vigor desde 2002, cuando se implantó la nueva OTA en Bilbao. Entre los requisitos para acceder a la tarjeta que permite a los bilbaínos aparcar en las áreas donde viven sin depositar un ticket se incluían el empadronamiento, el pago del Impuesto de Circulación y estar al corriente de "las demás obligaciones tributarias contraídas con el Ayuntamiento con ocasión de la tenencia o disfrute de dicho vehículo".
Así, un número importante de bilbaínos se ha encontrado con la imposibilidad de renovar su tarjeta porque tenía penidentes de pagar sanciones de tráfico. Ante ello, algunos recurrieron al Ararteko, que concluyó que esta exigencia facilita la recaudación de impuestos y sólo debe requerirse el pago del Impuesto de Circulación.
La implantación de la OTA en Bilbao ha estado rodeada de polémicas, sobre todo por la complejidad de las máquinas expendedoras que obligan a introducir la matrícula del vehículo, inexistente en los municipios vascos con aparcamiento limitado. El Ayuntamiento prevé simplificar el sistema para finales de año y modificar los colores de cada zona (azul, verde, marrón y naranja), que causan malentendidos entre los usuarios.
