Cuevas propone atajar la temporalidad con un nuevo contrato de duración limitada

El presidente de la CEOE, José María Cuevas, verbalizó ayer la primera propuesta conocida de la patronal para reformar el mercado de trabajo. El responsable de los empresarios españoles aboga por establecer un contrato "estable de duración determinada" ligado a un servicio o producto concreto. La propuesta, que rechazan los sindicatos, se formulará en la mesa de reforma del mercado de trabajo, cuyo principal fin es atajar la elevada temporalidad laboral. Cuevas criticó al Gobierno por mostrarse, a su juicio, más preocupado por cuestiones políticas que económicas.

"Merece la pena una revisión de las formas de contratación laboral", señaló ayer el presidente de la patronal CEOE. Dentro de este debate enmarcó una nueva modalidad que a su juicio debería implantarse. Se trata de un contrato estable "con más duración" que los temporales pero sin ser "el típico indefinido". Es decir, una fórmula mixta que otorgara al trabajador más tiempo de permanencia en su puesto sin que el empresario lo contratara indefinidamente. La actual legislación establece que un trabajador sólo puede permanecer de forma temporal en el mismo puesto un máximo de dos años. No obstante, en la práctica se incumple sistemáticamente.

José María Cuevas precisó que la duración de este contrato estaría vinculada a un determinado producto (como ejemplo citó la fabricación de un modelo de coche). La fórmula diferiría del actual contrato por obra o servicio, aunque Cuevas no explicó cómo. Y su aplicación no requeriría modificaciones legales, sino que podría canalizarse a través de los convenios colectivos, mediante acuerdos entre empresarios y trabajadores.

Automatización del despido

Se trata de la primera propuesta concreta que lanza la patronal dentro del proceso abierto hace menos de un mes para reformar el mercado de trabajo. Cuevas aprovechó su presencia en una conferencia organizada por la empresa de trabajo temporal Alta Gestión para avanzar sus sugerencias. El responsable del empresariado español aseguró que trasladará esta idea a la mesa que Gobierno, sindicatos y empresarios han abierto para consensuar las reformas que se aplicarán en el mercado de trabajo. El fin principal de este proceso es reducir la elevada temporalidad en España, que afecta a casi un tercio de los trabajadores.

Cuevas eludió valorar la propuesta más precisa que ha lanzado el Gobierno en esa mesa, consistente en extender a todos los nuevos contratos el de fomento del empleo, que fija una indemnización por despido de 33 días por año trabajado, frente a los 45 del contrato fijo ordinario. Pero añadió: "No quiero incidir tanto en el coste del despido, sino en el proceso conjunto de la extinción de la relación laboral". A juicio de Cuevas, en España este proceso "no está mínimamente automatizado", es decir, el empresario tiene dificultades para despedir.

El presidente de la patronal volvió a expresar sus quejas por lo que califica de "rigidez" en el mercado de contratos indefinidos en España, "muy superior a la media europea". Esto ha provocado, en su opinión, una "dualización" en el mercado laboral, consistente en que los empresarios optan por fórmulas temporales ante la supuesta falta de flexibilidad para contratar de forma indefinida. Previsiblemente, Cuevas trasladó algunas de sus consideraciones al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien mantuvo ayer un almuerzo en la sede de la CEOE en Madrid. Al encuentro se sumaron también el vicepresidente y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, y el de Trabajo, Jesús Caldera.

Los sindicatos rechazan la propuesta de Cuevas de fomentar un contrato de duración determinada. La fórmula, opinan UGT y Comisiones Obreras, no es novedosa. Ya se planteó en el proceso de diálogo social de 1997 y el sector del automóvil la ha invocado más recientemente. "Los problemas no se resuelven creando nuevas fórmulas de contratos temporales", asegura Lola Liceras, de CC OO. Para Antonio Ferrer, de UGT, consagrar esa fórmula supone "un intento de descausalizar la contratación temporal". Ferrer duda además de que se pueda aplicar sin cambios legales, sólo por la vía del convenio.

En cuestiones fiscales, José María Cuevas alberga "serias dudas" de que el Gobierno aplique cambios profundos en esta legislatura. La composición del Ejecutivo y sus apoyos políticos impiden, en su opinión, cambios relevantes. Con una excepción: aquellas medidas "que puedan venderse como progresistas, como reducir la fiscalidad a las rentas más bajas", apostilló.

Cuevas aludió a la decisión de Gobierno de trasladar a 2007 su reforma del IRPF. Y sólo encontró una razón que la justifique: "Quizá este Gobierno está más preocupado por cuestiones políticas que económicas y no considera oportuno introducirse en reformas de carácter tan profundo".