Un matrimonio muere en el incendio de una residencia para mayores

Un matrimonio murió asfixiado mientras dormía en la habitación de una residencia privada para mayores en La Torre de Esteban Hambrán (Toledo). Otras 15 personas, entre ellas un guardia civil y una cuidadora, fueron atendidas por inhalación de humo. La Guardia Civil investiga si el fuego pudo ser causado por otro de los residentes que, en más de una ocasión, había mostrado su malestar porque no le dejaban fumar en la habitación.

Los fallecidos son Purificación Castillo y su esposo, Francisco Herrera, un matrimonio cordobés de 91 y 85 años de edad, que dormían en la habitación contigua a la del foco del incendio. El fuego se originó en la segunda planta de la residencia Torresol, un chalé acondicionado como residencia para 14 personas mayores, que contaba con todos los permisos administrativos, según la Consejería de Bienestar Social. Las autoridades precintaron la residencia.

Narciso Pinto, teniente de alcalde de este municipio situado a 42 kilómetros de Toledo y testigo del rescate, afirmó ayer que el incendio pudo ser provocado por uno de los residentes porque "cuando le sacaron dijo que lo había incendiado él prendiendo unos sillones". El ocupante de la habitación donde comenzó el fuego, un hombre de 78 años, fue rescatado por un guardia civil con quemaduras externas en la cara y los antebrazos, y con evidentes signos de asfixia por inhalación de monóxido de carbono.

Según dijo Pinto, este hombre, cuya identidad no ha sido facilitada, y que ayer permanecía en la UCI del hospital en estado muy grave, "había dicho que iba a prender la residencia, porque no le dejaban fumar". "Ya había tenido algún problema porque en alguna ocasión se había quemado la ropa. El incendio empezó en su habitación y cuando entraron para sacarle estaba acurrucado en el cuarto de baño con la puerta cerrada", dijo el teniente de alcalde. Otra hipótesis es que el hombre de la habitación donde empezó el fuego estuviera fumando y prendiera la cama o el sillón sin querer.

El incendio comenzó sobre las 0.30 del lunes. En un primer momento, tres guardias civiles intentaron apagarlo con los extintores que tenían en los coches sin conseguirlo. Media hora más tarde llegó una dotación de bomberos del parque de Santa Olalla, un pueblo que se encuentra a 28 kilómetros, además de una UVI móvil, y personal médico y sanitario de Valmojado, otro pueblo cercano, movilizado por el servicio de emergencia 112.

Rescatado del baño

El portavoz de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, José Luis González Capilla, explicó que durante el rescate los trabajadores del centro advirtieron de que faltaba uno de los residentes. Un guardia civil entró en su búsqueda. "Se mojó la ropa con una manguera de los bomberos, cogió una manta y entró en la residencia en llamas hasta que encontró al hombre en un cuarto de baño". Después y con la ayuda de "otro agente de la guardia civil consiguieron sacarle con vida", relató González Capilla.

Estas explicaciones llevaron al jefe del consorcio provincial de bomberos, José Torremocha, a abrir una investigación para conocer por qué entraron estos dos agentes en el edificio cuando se encontraba allí una dotación de bomberos. "Ningún miembro de la dotación se negó a entrar en la vivienda. No queremos entrar en polémica con nadie y es precipitado hacer una valoración hasta tener todos los datos", añadió.