La televisión digital terrestre arranca en Francia con 14 canales

Francia puso ayer en marcha la Televisión Digital Terrestre (TDT). Desde las seis de la tarde, el 35% de la población (el 98% en 2007) puede recibir 14 canales en el nuevo sistema tecnológico. Y los recibe gratuitamente, sólo con comprar un adaptador o descodificador de señales cuyo precio oscila entre 50 y 500 euros. La TDT forma parte del ambicioso proyecto impulsado por el Gobierno de Lionel Jospin en 1999 al que el tiempo y un Ejecutivo de derechas ha recortado las alas.

De los 14 canales de la plataforma, siete ya se recibían por vía hertziana y en tecnología analógica y tres eran conocidos por los abonados al cable o al satélite. Los otros cuatro son nuevos. Se trata de Direct8, propiedad del financiero Vincent Bolloré, con debates, entrevistas en directo y boletines informativos. La segunda novedad es France 4, de capital público, centrada en redifusiones y en música y deporte para jóvenes.

La tercera es NT1, del grupo AB, con planteamiento generalista modesto consistente en películas mil veces vistas, telefilmes amortizados, emisiones de telerrealidad y breves noticiarios. El cuarto proyecto es NRJ12, especializado en videoclips musicales y series para adolescentes.

El presupuesto de este proyecto oscila entre los 18 y los 30 millones de euros anuales. Los tres que ya existen por cable o satélite tienen un atractivo muy relativo. Consisten en videoclips (canal W9), debates parlamentarios desde la Asamblea Nacional y el Senado y emisiones sobre la actualidad política (LCP) y la heredera de Telemontecarlo (TMC), que rescata del olvido series míticas a las que añade películas que se emiten con gran frecuencia.

Arte y France 5, que hasta ahora compartían frecuencia entre las 14.00 y las 2.00, existirán de forma independiente, 12 horas al día. El resto de la plataforma lo componen ofertas que se reciben en abierto: las privadas TF1 y M6, las públicas France 2 y France 3 y las horas sin codificar de Canal +.

En el proyecto de Jospin figuraba un canal francófono de información continua elaborado por el conjunto de canales públicos, otro dedicado a los deportes, uno destinado al público joven y ocho totalmente regionalizados. El plan resultó incompatible con las exigencias de TF1, que posee en el cable una cadena de información continua de calidad (LCI). El resultado ha sido una revisión a la baja de las ambiciones de la TDT mientras se espera que, en el plazo de seis meses, otros ocho canales se sumen a la oferta. De momento, TF1, si bien no ha impedido el arranque del invento, ha rebajado su alcance y se sitúa en su interior. Nadie sabe si para sumarse al éxito, si éste llega, o para actuar como caballo de Troya.