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Las fotografías de Javier Balledor muestran "lo que la Ría ve de Bilbao"

El periodista gráfico recorre en 'Miradas desde el agua' desde San Antón al Euskalduna

El periodista gráfico Javier Balledor presentó ayer en Bilbao un original recorrido por las orillas de la Ría del Nervión a su paso por Bilbao, "desde el puente de San Antón hasta el Euskalduna". Un total de 30 imágenes en color que recogen los reflejos de la ciudad en el agua, sorprendentemente clara en las fotografías de Balledor, de una Ría que se ha convertido en la arteria del nuevo Bilbao. La muestra está abierta hasta el 17 de abril.

La Ría ha estado presente "toda la vida" del fotógrafo Javier Balledor (Bilbao, 1949), desde que ya en su infancia cruzaba el puente de La Merced para ir a clase en el Casco Viejo y "siempre llegaba tarde" porque se quedaba mirando bajar el agua desde la barandilla. Sin embargo, su primera exposición, hace cinco años, en la misma sala que la que inauguró ayer, la de la BBK en la calle Elcano, 20, no reflejó la Ría sino edificios de la capital vizcaína.

Aunque ya entonces, en el año 2000, Balledor comenzó a germinar lo que ayer se materializó como Miradas desde el agua, una peculiar visión de Bilbao, "como ve la Ría la ciudad". Y es que de eso se trata, de una colección de reflejos en el agua, de sombras ondulantes y de los colores de la capital vizcaína. Es otra forma de ver la realidad, lo cotidiano. La vida vista desde un espejo, el de la Ría, a quien el autor define como "un gran almacén de imágenes" que ha ido "pescando" con su caña, la cámara digital.

Las fotografías sorprenden, unas por su reflejo fácilmente reconocible, por los edificios familiares en extraña posición, y otras, por su surrealismo. Balledor divide la exposición en tres partes: "las fotos en las que se identifican los edificios [el Guggenheim, el Mercado de la Ribera, la grúa Carola], lo que la Ría ve de la ciudad y las abstractas". Algunos de los retratos se los encontró el fotógrafo "por casualidad", otros los buscó expresamente.

Habitualmente, las fotos de Balledor se pueden encontrar en la prensa escrita. Pero él tiene muy claro que ejerce dos actividades distinta con su cámara. "Esto es lo que me gusta y lo otro lo que me da de comer", aseguró en la apertura de su muestra. Reconoció sentirse satisfecho del resultado -"Me ha llenado más que la exposición anterior"- y emplazó a "dejar hablar a las fotografía".

Miradas desde el agua, aunque completa, ya tiene su con tinuación: el camino de la Ría hasta el Abra, dejando atrás Bilbao. Ese es el próximo proyecto de Balledor.

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